"Como suelo decir en broma, soy el Jack Palance del cine español"
Desde que intervino en Las dos orillas, de Juan Sebastián Bollaín, en 1986, Antonio Dechent (Sevilla, 1960) no ha parado de trabajar. Ha participado con pequeños papeles en películas tan reconocidas como El Lute -en sus dos partes-, Libertarias, El día de la bestia, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto y Malaventura. Ahora tiene tres películas en cartel con personajes bien diferentes: médico en Solas, camionero de mal carácter en Pídele cuentas al rey y protagonista en Cascabel, donde encarna al dueño de la taberna de un pueblo.Pregunta. ¿Cómo se incorporó a Cascabel? ¿Lo seleccionaron en una prueba?
Respuesta. Conocí a Daniel Cebrián, su director, en el rodaje de El crimen de las estanqueras, de Ricardo Franco. Era su segundo ayudante de dirección. Según me dijo, pensó en mí desde que estaba escribiendo el guión.
P. En 14 años ha intervenido en muchas películas, ¿suele acudir a muchos castings?
R. Sí, por supuesto, si Bette Davis no tuvo problemas en presentarse al casting de Lo que el viento se llevó, yo tampoco tengo problemas en ir. Lo que sí es cierto es que mi actitud ha cambiado, ahora en cuanto llego a una prueba sé si le puedo interesar al director o no, por eso no me preocupo por esa primera prueba, pero si me seleccionan para la siguiente, entonces ya me esfuerzo mucho más. En cualquier caso, si he llegado a participar en unas 24 películas y otras tantas series de televisión, es porque hay gente que me vuelve a llamar para otros trabajos. Soy un absoluto francotirador en el cine, no pertenezco a ninguna familia de actores ni a círculos de amistad.
P. Supongo que entonces vivirá entre Sevilla y Madrid.
R. No, vivo en Sevilla. Antes del 92 estuve seis años viviendo en Madrid, pero desde que funciona el AVE me vine a Sevilla.
P. ¿Ha tenido problemas por tener acento andaluz?
R. No, para nada. En la vida diaria hablo con acento andaluz, pero he intervenido en numerosos montajes teatrales clásicos, en obras de Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina; he ido varias veces al Festival de Almagro y he recitado en verso, en castellano neutro, así que no tengo problemas con el acento. Sin embargo, por mi rostro, me suelen asignar personajes mal encarados. Como suelo decir en broma, soy el Jack Palance del cine español.
P. Ha trabajado en varias ocasiones con Vicente Aranda, ¿qué tal es su relación con él?
R. Muy buena, pero eso no quita que me tenga que conseguir a pulso el personaje. Para el de Libertarias me dijo que no me veía del todo, de modo que me disfracé de miliciano, me fui a un solar y grabé un vídeo en el que hacía de soldado, se lo envié y automáticamente me dio el personaje.
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