COMPAY SEGUNDO Y EL PAPA
El legendario sonero cubano Compay Segundo no se fumó un puro ni le metió al traguito de ron en presencia del Papa, pero tampoco amordazó su naturalidad ni su lengua por estar con Juan Pablo II. A sus 92 años, Compay ya está de vuelta de todo. El autor de Macusa, que sigue fumando habanos tamaño cañón y suavizando la garganta con ron moreno de Santiago -él asegura que también cumple puntualmente con los deberes maritales-, fue recibido por el Papa después de actuar el sábado pasado en la sala Nervi del Vaticano en la gala por el Día Mundial del Enfermo, a la que asistieron Olivia Newton John y otros artistas de fama mundial. Compay cantó ante el Papa su famoso Chan chan, son montuno que narra con picardía la relación cargada de sensualidad entre la guajira Juanita y su marido en las lomas del oriente de Cuba. Pocos saben si el Pontífice entendió los guiños y dobles sentidos de la letra de Chan chan, pero lo cierto es que tras la actuación Compay fue recibido por el Papa. "Al despedirnos me dijo: 'Te doy las gracias, cubano, por estar aquí", aseguró el músico nada más regresar a la isla. Según Francisco Repilado -su nombre auténtico-, el Papa dispuso de su avión particular para llevarlo a la fiesta. "Le canté Chan chan, que, por cierto, es una canción que le gusta mucho a Fidel", afirmó el sonero.Tan sobrado como siempre, Compay explicó así las razones de la debilidad del presidente cubano por su Chan chan: "Fidel es de por ahí, de cerca de Marcané, y cuando él era muchacho ésa era su barriada. Por eso Fidel cuando se levanta por las mañanas pone Chan chan. Eso me lo han dicho".- ,
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