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Pedro Meroño se muestra contrario a las fusiones de eléctricas en España

"Nos gustaría no tener que examinar una propuesta [de fusión] de las dos grandes compañías eléctricas españolas o de una de las grandes con otra". El presidente de la Comisión de la Energía, Pedro Meroño, se mostró así de rotundo y claro ayer al abordar la postura del organismo que dirige sobre posibles fusiones en el sector eléctrico español. Meroño también dijo que sería bueno que la Comisión Europea reexamine la situación de la directiva de la energía para que no se den situaciones monopolísticas como la de Francia.

El presidente de la Comisión de la Energía consideró, a preguntas de los medios informativos en una reunión organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), que una buena forma de adquirir tamaño para el nuevo entorno competitivo es la inversión en empresas europeas y se mostró muy crítico con la situación de que disfruta la compañía pública Electricité de France (EdF) con sus competidoras europeas.Aunque aclaró que cualquier situación deberá ser analizada por la Comisión si se presenta, Meroño desveló cuál es su opinión sobre el posible proceso de fusiones, y en el que se barajan varias alternativas: las dos grandes eléctricas españolas, Endesa e Iberdrola, de la primera con alguna otra más pequeña como Unión Fenosa e Hidrocantábrico, o de estas dos.

Para la Comisión de la Energía, que engloba desde hace un año a la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico, la particular situación de España, aislada del resto de Europa por la escasa interconexión con Francia y por la situación de monopolio eléctrico que rige dicho país, hace que el mercado relevante para las compañías españolas sea el peninsular. En otras palabras, posibles fusiones entre empresas españolas, que serían comprensibles en un contexto europeo para adquirir tamaño, en una situación de mercado aislado como el ibérico podrían ir contra las reglas de la competencia y de la liberalización por la fuerte concentración.

En este sentido, señaló que si España tuviera interconexiones eléctricas con Francia que permitieran la entrada de al menos un 20% de la energía que se consume en España, equivaldría a la llegada de mayor competencia procedente del exterior. Con este grado de apertura de los mercados "sí podríamos hablar de un mercado único de la energía eléctrica en España en el que estaría integrada y los inconvenientes a fusiones entre empresas españolas serían menores", precisó.

La situación con Francia, a su juicio, tiene un límite temporal y si el Gobierno galo no pone las condiciones para asegurar la reciprocidad, es decir, mayores interconexiones y autorización a empresas españolas para vender energía en el mercado exterior, habría que tomar medidas restrictivas contra la empresa francesa.En todo caso, la mejor vía para que las empresas españolas adquieran tamaño es que inviertan en empresas europeas del sector. Este proceso, a la Comisión de la Energía le parecería razonable en los próximos meses.

Destacó también la necesidad de que Bruselas reexamine la situación de la directiva de la energía que permite la convivencia, en el seno de los 15 socios de la UE, de mercados eléctricos liberalizados como el británico o el español, junto a mercados dominados por una única empresa estatal, como es el caso de Francia y de EdF. "No sería malo", señaló Meroño, "que se fuera pensando en modificar la directiva comunitaria para facilitar el desarrollo del mercado interior".

Sobre la polémica situación del mercado del gas en España, con una empresa, Gas Natural, en dominio del mercado, señaló que para aliviarla toca elaborar una "fuerte normativa o una amplia regulación sobre lo monopolizado, incluida la red de transporte de gas y los contratos de suministro y de almacenamiento" suscritos por la compañía.

Meroño se refirió también a los costes de transición a la competencia (CTC) pactados por Industria y las eléctricas. A este respecto, señaló su convencimiento de que, finalmente, resuelva lo que resuelva la Comisión Europea, "no creo que se pueda llegar a una situación negativa para las compañías". Expresó su inquietud por la falta de desarrollo reglamentario en el sector gasista tras un año de la aprobación de la Ley de Hidrocarburos.

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