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"El pacto PSOE-IU será como el efecto 2000"

Miquel Alberola

Pregunta. Está de nuevo en el Consell, aunque por el partido contrario. ¿El asunto merece una explicación o son cosas que pasan?Respuesta. Ni una cosa ni la otra. Procuro tener ideas y no sólo etiquetas. Lo esencial en el ser humano es asumir los cambios, aceptarlos como retos y trabajar por los ideales en los que uno cree.

P. ¿Se ha insertado con facilidad entre la clase conservadora, dada su procedencia política?

R. El término conservador no siempre se utiliza correctamente. En Rusia la clase conservadora son los comunistas. En Austria, Jörg Haider pertenece al Partido Liberal. La cuestión está en saber qué intereses defiende la élite en el poder. El programa del actual Consell es el más avanzado y progresista que ha tenido la autonomía valenciana hasta hoy. Esto es lo importante.

P. ¿No era preferible el segundo plano de Planificación y Relaciones Externas al disparadero del sube y baja del paro de Empleo?

R. Está considerando la política como un barómetro; desde ese punto de vista no sabría qué contestarle. ¿Desde dónde sirvo mejor a los intereses de los valencianos? La respuesta es que la mejor política social es aquella que crea empleo. Es un orgullo contribuir modestamente a cumplir una de prioridades del Gobierno en esta legislatura.

P. ¿No se está desaprovechando en un departamento como Empleo a una persona que impulsó la mayor parte de las leyes de la época del Consell socialista?

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P. ¿Usted cree? Cada momento tiene sus etapas y requiere unas actividades. En la década de los ochenta había que poner en marcha una Administración nueva, dotar al autogobierno de los valencianos de Administración propia. Lo hicimos y salió bien. Pero hoy es otra época y los problemas son distintos. Y estoy donde pienso que debo estar. Ahora el gran reto es el empleo y mi desafío es la creación del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) que va a revolucionar, en unos meses, la concepción de las políticas activas de empleo en la Comunidad Valenciana.

P. ¿La situación de pleno empleo es una utopía?

R. Está en el artículo 35 de la Constitución Española. Conseguirlo pasa por adaptar la estructura productiva y los agentes económicos a los desafíos de la globalización. Y eso requiere formación a nuestros jóvenes, para los trabajadores a lo largo de su vida laboral y dar facilidades a la inversión y a la innovación tecnológica de las empresas. Las políticas públicas del PP conducen -de proseguir sus aciertos-, al pleno empleo. Una tasa de desempleo en torno al 7% al final de la legislatura puede colocarnos en el umbral del pleno empleo. De hecho, Castellón ya lo tiene, al igual que 215 municipios valencianos.

P. La tasa de paro femenino es desproporcionada respecto a la masculina. ¿Qué hace al respecto?

R.: esgraciadamente el paro continúa estando feminizado, aunque la tendencia tiende a equilibrarse. La promoción del empleo femenino es una acción prioritaria de la consejería. Tenemos que intensificar políticas de discriminación positiva que favorezcan la incorporación de la mujer al trabajo, especialmente las que se contemplan en el Plan de Igualdad de Oportunidades. Incidimos en tres vertientes: formación, incentivación y concienciación, porque se trata también de un gran cambio cultural que, como define Adela Cortina, es el más importante del siglo XXI, esto es, el de la plena incorporación de la mujer al trabajo.

P. La siniestralidad laboral está a la orden del día.

R. Los resultados aún no son satisfactorios, y no lo serán mientras haya accidentes. Por eso es necesario aplicar de manera más rigurosa la ley y aumentar los efectivos para hacer que se cumpla. Por lo tanto estamos en una situación manifiestamente mejorable. Y ello compete a todos: Administración, empresarios y trabajadores.

P. ¿Cómo lo hace para manejarse tan bien con los sindicatos? ¿Es por su procedencia política?

R. La procedencia política y el conocernos bien ayuda, pero lo que cuenta es la voluntad de entenderse. Como diría Borges, mi idea de la concertación social es límpida. El consenso no debe ser resultado de recíprocas concesiones, sino de un acuerdo esencial en aras del bien común. Los agentes sociales, igual que los económicos, son altamente profesionales, y valoran responsabilidad, profesionalidad y rapidez en las respuestas a sus justas peticiones

P. ¿La presentación del Servef con el apoyo de los sindicatos en plena precampaña trataba de paliar los efectos del pacto PSOE-IU?

R. El Servef es fruto de un acuerdo con luz y taquígrafos entre UGT, CC OO, Cierval y el Consell. Un acuerdo histórico en temas capitales como el empleo y la formación. El pacto PSOE-IU es un acuerdito cuyos efectos van a ser tan nimios como el efecto 2000. Circunstancia que lamento profundamente.

P. ¿Que lamenta?

R. Pues sí, porque esta sociedad se merece una oposición mejor organizada y lo que han hecho los señores Almunia y Frutos es orquestar una ceremonia de la confusión, de dudosa rentabilidad electoral y peor contenido programático.

P. ¿Este pacto reanima la tradicional división ideológica entre la derecha y la izquierda, que algunos daban por superada?

R. La pregunta encierra un planteamiento caduco, muy arcaico. El eje unidimensional izquierda-derecha cada día sirve menos para calificar las actuaciones políticas de los partidos y del Gobierno. Intentar volver al pasado cuando el futuro ya esta aquí es un grave error. El PSOE ha radicalizado sus planteamientos porque el voto del centro no lo apoya. Me parece que, como dice mi amigo Aldo Bononi al hablar de las políticas de empleo, la izquierda radical de ayer es la derecha conservadora de hoy. No sólo es cuestión de dejarse la barba, sino de saber cómo evolucionan los tiempos.

P. Es la última legislatura de Zaplana, a quien usted vinculó su destino en 1995. En consecuencia, ¿también es su última legislatura?

R. Podría responderle como Giordano Bruno, que el destino está escrito en las estrellas, pero este hombre murió quemado en la hoguera de la Inquisición, y yo no creo en la astrología. Tengo un compromiso personal con el presidente Zaplana porque entiendo que es el que mejor representa a los valencianos y valencianas del siglo XXI. El que ofrece mayores garantías de prosperidad y futuro para todos.

P. ¿El poder valenciano es todavía un proyecto, un hecho o un estado de ánimo?

R. En realidad son las tres cosas a la vez, que deben ir in crescendo. El actual Consell ha conseguido estar presente en las instituciones europeas con peso propio, firmar convenios y establecer relaciones de buena vecindad con las comunidades próximas, tener voz y poder de decisión en Madrid, y haber completado el proceso de transferencias que estaba estancado. Se ha fortalecido un modelo autonómico basado en la cooperación y el entendimiento mutuo. Lo valenciano vende. Incluso se nos valora más fuera que en nuestro propio territorio. ¿Se acuerda de cuando Alfonso Guerra no se ponía al teléfono si llamaba Joan Lerma? Esto hoy no sucede.

P. ¿Qué valoración hace del desenlace de Joan Lerma?

R. Lamento que un valor histórico, dos veces condecorado por el Gobierno del PP, esté en la situación en la que está. Creo que está doctorándose en Económicas. Tendré mucho gusto en vestirme como doctor el día que le invistan del máximo grado académico al que aspira.

P. Algunos le achacan la progresiva extinción de Unión Valenciana.

R. A un majadero de la actual dirección de UV le he leído esa payasada. No soy tan importante. UV se ha ido autoliquidando progresivamente porque convertir nuestras señas de identidad en un conflicto permanente es perpetuarse en la caverna, en el aislamiento. El PP consiguió la mayoría absoluta porque conectó con la mayoría social de los valencianos a través de una política de centro reformista y de un valencianismo inteligente.

P. También se le acusa de engordar virtualmente al Bloc Nacionalista Valencià para debilitar al PSPV.

R. Los que piensen que las opciones políticas se pueden manipular como si se tratasen de figuras de guiñol están equivocados. La división de voto de izquierda es causa de la propia situación interna de los partidos que la conforman. El PSPV ya tiene bastante con lo que le está cayendo. Los del BNV tienen que pensar qué quieren ser de mayores, antes de que les llegue la edad de la jubilación. O ser capaces de condicionar seriamente mayorías estables de gobierno, o ser un lamentable apéndice del PSOE y de IU.

P. Con su giro al centro, ¿esta opción encarna su proyecto de Convergència Valenciana?

R. ¿Giro al centro? Un par de titulares en la prensa no significan nada. Cualquier operación de maquillaje no deja de ser sólo eso. Los cambios reales significan programas, líderes, reformas sociales y culturales... La Convergència Valenciana es un proyecto por desarrollar.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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