Detenidos dos camioneros por tráfico de inmigrantes En libertad los indocumentados que llevaban

Girona Los Mossos d'Esquadra interceptaron la noche del viernes un camión que pretendía cruzar la frontera hispano-francesa por el paso de La Jonquera (Girona) con diez inmigrantes sin documentación escondidos entre la carga del remolque.

La policía autonómica catalana detuvo al conductor y a su acompañante por un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y pusieron a disposición del Cuerpo Nacional de Policía a los inmigrantes para que fueran identificados. Los inmigrantes no fueron detenidos, en aplicación por primera vez en Cataluña de la nueva Ley de Extranjería.

Un vecino de la zona avisó a los Mossos hacia las 19.20 de la tarde del viernes y les explicó que había visto como un grupo de hombres, posiblemente inmigrantes magrebíes, subían al remolque de un camión que se había detenido en una zona aislada muy próxima a la carretera C-260, entre Roses y Figueres. El comunicante pudo informar con detalle de la matrícula y las características del vehículo, que pertenece a la empresa de transportes Tradisa.

A partir de ese momento, la policía autonómica montó un dispositivo de control de las principales vías de comunicación de la comarca y pudo localizar el camión unos 15 minutos después, cuando circulaba por la A-7 en dirección a Francia. La policía decidió seguir al camión y vigilarlo a distancia, y no lo detuvo hasta llegar a la zona fronteriza.

En el área de La Porta Catalana, la última antes de cruzar la frontera hacia Francia, los agentes obligaron a los dos conductores a mostrar la carga y descubrieron a los diez ciudadanos extranjeros, que viajaban sin ninguna documentación en el escaso espacio que les dejaba la carga. Los dos chóferes, Vicente C.A., de 47 años y vecino de Badalona, y Ricardo M.A., de 44 años y domiciliado en Santa Coloma de Gramenet, quedaron detenidos, aunque ayer por la tarde el juez de guardia de Figueres les dejó en libertad tras tomarles declaración.

La nueva Ley de Extranjería incrementa las sanciones para los organizadores de los transportes clandestinos, mientras que evita la expulsión de los inmigrantes.