Preocupaciones

El caso de la niña de Benamaurel, sentenciada a volver con una familia que no ve hace años a pesar de que es feliz con sus actuales padres adoptivos, ha llevado a Jueces para la Democracia a denunciar la lentitud de la justicia. Si se unieran los esfuerzos de todos los órganos judiciales, dicen, se acabarían estos dramas. Pero hay profesionales de la justicia que tienen otras preocupaciones.A un fiscal de Menores de Málaga le preocupa un programa del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) para enseñar a los adolescentes el uso de los métodos anticonceptivos, y por eso ha abierto una investigación al respecto. Quizá le escame el nombre, Talleres de sexo seguro, que, a fuerza de darle vueltas con un poco de maldad, puede parecer un reclamo pernicioso para los jóvenes. Pero no. El programa consiste en una entrega de folletos, vídeos informativos y preservativos. La responsable del IAJ en Málaga, Ana María Fuentes, se ha indignado por la suspicacia y está dispuesta a inundar de documentación sobre la campaña a la Fiscalía de Málaga para que el fiscal jefe, Manuel Villén, que justificó la actuación de su subordinado, argumentando que velaba por el derecho de los menores a recibir información veraz, decida dar por concluida la investigación.

Este tema sin duda hubiera dado más que hablar en Málaga si no fuera porque esta semana la ciudad ha vivido un desembarco apabullante de Manuel Chaves y Teófila Martínez en plan de campaña, formulando cada uno diez promesas electorales por segundo: Chaves promete un museo de la Generación del 27, una Facultad de Bellas Artes y un estadio olímpico, y Teófila se ofrece a fulminar las listas de espera de la Seguridad Social. Todo parecería maravilloso si no fuera porque hay quien guarda los recortes de prensa a la espera de que el adversario dé un traspié.

Resulta que lo del estadio olímpico no era la primera vez que se prometía. El PP de Málaga torpedeó ayer los faxes de todos los medios informativos con fotocopias de periódicos de 1996, donde los socialistas ya anunciaban su construcción para la legislatura pasada. IU también se ha apresurado a decir que esa propuesta se aprobó el año pasado en el Parlamento andaluz gracias a ellos. A la ciudadanía, el padre de la idea o su ejecutor no le importa tanto. Lo que importa es que, una vez hecho, no se caiga ni se agriete. Toquemos madera.