_
_
_
_

El Niño debuta con dificultades Sergio García y los demás golfistas, castigados por el viento Sur en Melbourne

Con 78 golpes (+5) en la primera jornada, Sergio García marchaba a siete golpes del líder, el local Paul Gow, en el Masters de Australia, que se juega en Melbourne. La realidad, sin embargo, no es tan dramática para García, máximo favorito, cotizado en las apuestas a 7-1, como el mero resultado podría hacer creer. El Masters de Australia, el tercer torneo del año para El Niño (antes jugó en Phoenix y en Los Angeles), es un torneo gafado.Cuando Sergio García anunció, en octubre pasado, que sería su presentación en sociedad en el continente de Oceanía no presentía, seguramente, la cantidad de contratiempos que influirían para convertir el torneo en un fiasco. Las malas noticias empezaron, de forma meteorológica, el jueves pasado con un diluvio en California. El torneo de Pebble Beach se atrasó un día y terminó el lunes, para alegría de Tiger Woods, que consiguió su sexto triunfo consecutivo en el circuito norteamericano, y para desgracia de Sergio, quien, a más de terminar 35º, tuvo que salir pitando hacia Australia. A Melbourne llegó el miércoles bien entrado el día, y ayer ya tuvo que jugar, cansado y mal dormido.

La segunda desgracia le ocurrió a Aaron Baddeley, la sensación australiana de 18 años (un amateur que ganó el año pasado un torneo a la flor y nata del golf australiano), a quien los organizadores, con visión de la jugada, habían emparejado de entrada con el adolescente español. Desgraciadamente, Baddeley se levantó con 39 de fiebre y no se presentó al tee de salida. Adiós la fama, los focos y la emoción. Pero lo peor estaba por llegar.

El jueves se despertó Melbourne ventoso, huracanado, imposible para el golf, viento cálido del sur. "Soplaba tan fuerte el viento que era hasta difícil mantenerse de pie", dijo el líder, Paul Gow, uno de los tres únicos jugadores que lograron bajar el par 73 del campo. "En los putts y también en los tees, con el driver, estaba más preocupado de mantenerme fuerte y no caerme que de adoptar la postura más correcta".

Así que, pese a todo, Sergio García sólo hizo 78 golpes. "Y me doy con un canto en los dientes", dijo el prodigio de Castellón. "78 no es tan malo como podía pensar después de los primeros nueve hoyos". El Niño comenzó bien, con dos pares y un birdie, pero después se deslizó cuesta abajo y pese a anotarse cuatro birdies más cerró los 18 hoyos con también cuatro bogeys y tres dobles bogeys.

En el primer torneo del año, en Phoenix, Sergio García no pasó el corte, tras rondas de 70 y 76 golpes. En Pebble Beach, donde terminó los cuatro recorridos, tampoco fue capaz de bajar de los 70 golpes en ninguno.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_