Macià reconoce otra permuta con el constructor de Elche y Vargas, que está vinculado a inmobiliarias

El Ayuntamiento de Elche registró ayer dos comparecencias públicas inusuales. El alcalde Diego Macià, del PSPV, y Fernando Vargas, portavoz del principal partido de la oposición, el PP, entonaron el mea culpa y reconocieron ante los periodistas que no habían dicho toda la verdad en anteriores ruedas de prensa celebradas al abrigo de la polémica desatada por la permuta de terrenos municipales, infravalorados, por propiedades privadas.El primer edil, echando mano de un eufemismo, no tuvo más remedio que reconocer que, 48 horas antes, había facilitado "información incorrecta" acerca de pasadas operaciones urbanísticas del Ayuntamiento que preside con el constructor Ramón Salvador Águeda, que negó el martes. La verdad es que el Consistorio ilicitano ejecutó otra permuta con este empresario en 1995, y hasta dos operaciones urbanísticas similares que la normativa vigente permite identificar con nomenclatura distinta (aprovechamiento tipo) pero que igualmente se traduce en un intercambio de propiedades.

Por su parte, el portavoz del PP reconoció su vinculación a empresas con intereses urbanísticos en la ciudad, de las que ayer informó este periódico. Fernando Vargas declaró que no se acordó de incluir en su declaración de bienes e incompatibilidades sus cargos como apoderado y administrador único de las mercantiles Agencia de Seguros Delma Unión y Agencia de Seguros Torres y Carreño, respectivamente, en cuyo objeto social incluyen la venta de fincas y actividades inmobiliarias. Estos cargos pueden implicar incompatibilidad con el puesto que ocupa en el Consejo de Administración de Pimesa, la empresa municipal encargada de dictar el urbanismo de Elche, en cuyo seno se maneja información privilegiada sobre planes de desarrollo futuros.

"Si mi pertenencia a estas empresas se demuestra incompatible, no tengo ningún problema en abandonar Pimesa y la comisión de Urbanismo", anunció.