Repsol YPF y el grupo italiano ENI exploran una alianza para colaborar en sus negocios
La petrolera española Repsol YPF y la italiana ENI, décima y novena del mundo por producción y reservas, respectivamente, estudian una alianza para el fortalecimiento de sus negocios de gas y petróleo y la expansión de estas actividades. Repsol YPF negó ayer que haya algún acuerdo de fusión o integración entre las dos empresas, aunque reconoció que han sondeado la posibilidad de colaborar en alguno de sus negocios (distribución, gas...). Una hipotética integración daría lugar al quinto grupo petrolero del mundo. Ayer, las acciones de Repsol se dispararon por segundo día consecutivo.
"En relación con las informaciones sobre posibles acuerdos o fusión con la compañía italiana ENI (34% del Estado italiano), Repsol YPF quiere aclarar que no existe ningún acuerdo de fusión o integración con ENI ni con ninguna otra petrolera". Con este escueto comunicado, la petrolera española salió ayer al paso de dos informaciones aparecidas el miércoles en los periódicos Financial Times y Wall Street Journal Europe (recogidas también en el diario español Expansión) que indicaban que Repsol YPF y ENI mantenían negociaciones con la intención de sellar una fusión.La petrolera española confirmó, no obstante, que ha mantenido contactos exploratorios con el horizonte de desarrollar actividades conjuntas en uno o varios segmentos de sus negocios, pero no para fusionarse. "Mantenemos contacto con ENI", añadió un portavoz de la empresa española, "como los tenemos también con BP-Amoco, Petrobras o TotalFina y Elf, pero no existe ningún acuerdo de fusión o integración con alguna de ellas".
En la jornada de cotización bursátil del martes los rumores sobre una fusión hispano-italiana provocaron una subida de las acciones de Repsol del 4,98% y de un 9% de las de ENI. Pero ayer, tras haber sido negada la fusión, las de Repsol ganaron otro 2,4%, mientras que las de ENI cayeron un 3,07%.
La especulación sobre una unión entre Repsol YPF-ENI es parte de la fiebre de fusiones en el sector petrolero que comenzó con la de BP-Amoco a mediados de 1998 y se intensificó desde entonces. Entre finales de 1998 y el año pasado se fusionaron Exxon-Mobil -hoy la mayor del mundo-, la francesa Total se fusionó con la belga Fina y más tarde lanzó una oferta hostil sobre Elf que ayer recibió el visto bueno de Bruselas, la propia Repsol compró la argentina YPF y BP Amoco se lanzó sobre Arco, unión ahora cuestionada por las autoridades estadounidenses.
ENI, junto a Chevron y Texaco, estaba entre las 10 mayores petroleras del mundo que no había sellado una fusión. La italiana lo intentó con Elf, pero fracasó. El mercado sabía que ENI buscaba aumentar su tamaño para no caerse del pelotón de cabeza. Hace un mes, ENI compró el 33% de la portuguesa Galp. En la misma operación, Iberdrola tomó el 4% de la petrolera lusa. En diciembre pasado se especuló sobre una fusión entre Repsol e Iberdrola. La petrolera estudia desde hace tiempo entrar de lleno en el mercado eléctrico.
La fusión entre Repsol YPF y ENI crearía la quinta mayor petrolera del mundo por producción y reservas y por capitalización bursátil. Ampliaría los horizontes de ENI, que es de las mayores petroleras la menos internacionalizada y propiciaría el fortalecimiento de ambas compañías en el mercado del gas al unir la presencia de ENI en el norte de África y la de Repsol YPF en América Latina. Con la unión se habría creado un gigante de la energía en la zona del Mediterráneo valorado en casi 70.000 millones de euros.
