Piles ahonda la crisis de Unión Valenciana al dejar el partido por diferencias con Chiquillo
Társilo Piles, militante de Unión Valenciana desde la fundación del partido en 1982, renunció ayer a su militancia y anunció su intención de abandonar "de momento" la vida política. Piles explicó que nunca podría votar la candidatura de UV al Congreso que ha elaborado el líder regionalista, José María Chiquillo, porque incluye a Enrique Velarte, el hombre que desde Alternativa Valencianista arrebató a UV votos suficientes para impedir que lograra representación en las Cortes en junio de 1999 y que concentró su campaña en una agresiva persecución de la persona de Piles, entonces presidente provincial.
Piles participó en la primera reunión fundacional de UV celebrada en 1982 en un bajo propiedad del fallecido Vicente González Lizondo. Llegó a ser teniente de alcalde de Valencia entre 1991 y 1995 y era presidente provincial de los regionalistas en Valencia, desde noviembre de 1996 hasta las pasadas elecciones autonómicas. Su ascenso a la presidencia provincial de Valencia fue la espoleta de la ruptura de UV con González Lizondo y la aparición de sucesivas escisiones en el seno del partido.Alternativa Valencianista (AV)nació como una escisión de Iniciativa de Progreso de la Comunidad Valenciana (IPCV), el grupo que aglutinó a los supuestos defensores de las esencias del valencianismo en versión de González Lizondo.
IPCV se sumó al PP en las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Pero AV mantuvo viva la llama del regionalismo más radical y se empeñó en una campaña de ataques personales contra Piles.
El que fuera presidente provincial y primer valedor de José María Chiquillo en su ascenso a la presidencia del partido el año pasado vaticinó ayer que el resultado de UV en las elecciones generales será "catastrófico", pero aseguró haber estado dispuesto a "aguantar". Sin embargo, la presencia de Velarte en la lista regionalista al Congreso le parece inaceptable. "Es inconcebible que gente que le ha hecho tanto daño a este partido vaya en las candidaturas ahora", comentó. "Van a un radicalismo cavernícola", añadió.
Piles recordó que los escasos siete mil votos que AV sumó en las pasadas elecciones autonómicas fueron suficientes para convertir a UV en un partido extraparlamentario.
Según su versión, Velarte, alcade de una de las pedanías del norte de Valencia, arrastró tras de sí a varios militantes regionalistas mediante promesas de trabajo y otras presiones cuando dejó UV para incorporarse a IPCV. Luego, aceptó la presidencia de AV y dirigió junto a Jesús Sánchez Carrascosa, que fuera director de campaña de Eduardo Zaplana en 1995, una estrategia dirigida a erosionar la candidatura de Piles al Ayuntamiento de Valencia.
Un gabinete de comunicación emitió a diario durante varias semanas una serie de notas alusivas a presuntas irregularidades cometidas por Piles, acusaciones de diversa índole que eran puestas en boca de Rafael Navarro, entonces alcalde de Carcaixent y portavoz de AV.
Piles interpuso sendas querellas contra Navarro y el responsable del gabinete de comunicación que siguen su curso en los tribunales en la actualidad. "Estoy dispuesto a llegar hasta el final", afirmó ayer.
José María Chiquillo fue advertido por Piles unos días después de su ascenso a la presidencia del partido, cuando inició los primero contactos con los miembros de AV para intentar incorporarlos de nuevo a la formación regionalista. El ex presidente provincial comunicó a Chiquillo que consideraba inaceptable la colaboración con los instigadores de una campaña de difamación contra su persona.
Piles identificó a AV como "un grupo reducido y muy sectario" y vaticinó que cuando Velarte no disponga de una tribuna para "farolear" arremeterá de nuevo contra el partido. Lamentó la inconsistencia de Chiquillo, "que cambia de opinión cada tres minutos", y atribuyó la incorporación de Velarte en las listas al Congreso a las presiones ejercidas de nuevo por Jesús Sánchez Carrascosa.
La renuncia de Piles -"una decisión personal"- supone un nuevo golpe para UV, que ha perdido a varios destacados militantes en las últimas semanas. Lola Crespo, aspirante a encabezar la candidatura al Congreso, dejó el partido junto a Ximo Díaz, dirigente de un distrito de la capital, para anunciar su inminente incorporación al PP. Tres días después, Vicente Úbeda, histórico secretario provincial, también dejó la familia regionalista. Piles reiteró que piensa dejar la vida pública, al menos, "de momento".
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