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"En Almería no hay racismo", dijo al Senado el subdelegado

Miguel González

"No hay racismo ni xenofobia en Almería, lo que se ha hecho a veces es magnificar hechos como los sucedidos en Níjar, aunque sí ha habido hechos graves, pero no tan exagerados como se han difundido". El subdelegado del Gobierno, Fernando Hermoso, intentó tranquilizar a los senadores miembros de la Ponencia de Estudio sobre la Intolerancia y las Nuevas Formas de Marginación y Esclavitud que visitaron Almería los pasados 18 y 19 de noviembre.La realidad, sin embargo, se encargó de desmentirle. "Al oir que no hay posibilidad, por ejemplo, de que los inmigrantes reciban servicio en los bares de la zona", relata el boletín del Senado del pasado 18 de enero, "efectúan una prueba consistente en entrar un grupo de senadores en un bar de la carretera, concretamente en la zona de Níjar, y solicitar unos servicios y, acto seguido, cuando entraron en dicho bar unos inmigrantes y pidieron que les sirvieran unos cafés, se les indicó por parte del camarero y dueño del bar que no podían servirles porque iban a cerrar".

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"Ante la llamativa situación", agrega, "se hicieron discretas averiguaciones y los dueños del bar que, paradójicamente, a su vez habían sido emigrantes hasta hace bien poco, manifestaron que los inmigrantes provocan algaradas en los bares, hace poco un inmigrante sacó una navaja, afirman, y ello hace que en aquellos bares que se sirviera a inmigrantes dejaría de asistir la población autóctona, razón por la cual son reticentes a permitir que puedan estar en los bares comunes con el resto de la población".

Asentamiento inhumano

Los senadores visitaron un poblado chabolista de inmigrantes en el municipio de La Mojonera, en el que vivían unas 40 personas, todos varones, donde,"casualmente, encontraron a un muchacho de unos 14 o 15 años que acababa de llegar en una patera".

Cerca de allí, hallaron otro asentamiento: "una casa abandonada en la que viven en condiciones pésimas, en el sentido de carecer de lo más básico -agua, luz, sanitarios, etc,- unos 80 varones con problemas muy importantes de falta de legalización, de falta de trabajo o, los que trabajan, a veces con jornadas de 12 horas".

Lo único limpio y pulcro, recuerda el informe del Senado, era una mezquita construida por ellos mismos, "que vinculaba a este deficitario agrupamiento con la autopercepción de la dignidad humana".

Más certero que el del subdelgado fue el pronóstico que les hizo el representante de CCOO, Emilio Asensio: "Cualquier documento se queda corto ante la realidad que los senadores van a ver".

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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