'Tutti fruti' electoral
Docenas de colectivos minoritarios presentan candidaturas para forzar a los partidos clásicos a defender sus intereses
Si un marciano aterrizase en la Junta Electoral de Valencia tendría muchas probabilidades de ser elegido secretario general de una extraña confederación de naciones. Todo un rosario de pequeños colectivos (constituidos como partidos políticos, algunos de los cuales tuvieron verdaderos momentos de esplendor) han presentado candidaturas electorales. La mayoría de ellos pretenden presionar con su presencia a los grandes partidos con representación política para que defiendan los intereses de sus colectivos. Otros siguen presentando candidaturas por nostalgia y otros tantos por convicción. Pero todos ellos configuran una sociedad de naciones que el próximo 12 de marzo competirá en las urnas y se pondrá a disposición de los votantes valencianos.El más llamativo en esta convocatoria es el Indio -cuyo logotipo es un apache con penacho de plumas- y que aspira, sin estar en el acuerdo entre PSOE e IU, a lograr el escaño de un senador, que es lo único que presenta, en la persona de Walter Villarreal. El Indio o, dicho de otra manera, Inmigrantes con Derecho de Igualdad y Obligaciones, ha renunciado a presentarse al Congreso. Una Cámara en la que aspira a tener representación el Partido Nacionalista Caló, una formación que pretende defender la etnia gitana, pero que no ha tenido tiempo -"es provisional, porque hemos tenido que ir con prisas", asegura su representante- de presentar lista al Senado. Una Cámara en la que sí competirá Comunión Tradicionalista Carlista.
Con mayor ambición han presentado candidaturas a las dos Cámaras los representantes del partido Estat Català, el Partido Demócrata Español, Esquerra Nacionalista Valenciana, el Partido Comunista de los Pueblos de España y el Front pel País Valencià. El efecto 2000 también se ha notado en la junta electoral, especialmente entre los partidos de extrema derecha que gustan de singularizarse. Así Falange 2000 ha utilizado los dígitos para diferenciarse de La Falange, mientras que Plataforma España 2000 ha buscado la modernidad en su marca electoral frente a la tradicional Fuerza Nueva.
Otra de las características de la torre de babel electoral es que siempre hay partidos con denominaciones semejantes a las de otras formaciones ya clásicas con opciones de lograr la tan ansiada representación electoral. Y, a veces, se convierten en un quebradero de cabeza. Ese riesgo corre este año el PSOE, que en el recuento de Valencia figurará al lado del POSI (Partido Obrero Socialista Internacionalista) y que obligará a los presidentes de mesa a estar atentos a la hora de anotar los votos en la casilla correspondiente del acta. Un problema que también tendrán Els Verds, que competirán con Los Verdes Ecopacifistas. Todo un tutti fruti que se resolverá el 12-M.
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