El PP y ERC llevan al Parlament el malestar por la reorganización del Gobierno catalán

El Partido Popular (PP) y Esquerra Republicana (ERC), las dos formaciones que facilitaron la reelección de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat en la sesión de investidura, llevarán mañana al pleno del Parlament su malestar por la profunda reorganización del Ejecutivo que supuso la creación de la superconconsejería de Gobernación y el mantenimiento del departamento de Presidencia. El malestar en los grupos de la oposición ha aumentado todavía más ante la pretensión del Gobierno de regular por decreto la organización del Ejecutivo.

Todos los grupos parlamentarios recibieron con reticencia la reorganización que Pujol hizo de su Gobierno tras ser reelegido y coincidieron en señalar que trataba de dar respuesta al complejo equilibrio interno entre los dos principales aspirantes a relevar a Pujol al frente del Gobierno: Artur Mas y Josep Antoni Duran, ambos al frente de una superconsejería: de Economía el primero y de Gobernación el segundo.No obstante, han sido los dos grupos que facilitaron la investidura de Pujol -el PP votó a favor y ERC se abstuvo- los que han llevado su malestar al Parlament. En el pleno de mañana, Pujol deberá dar cuenta de la reorganización en la pregunta oral planteada por el PP, y el recién nombrado consejero de Presidencia, Joaquim Triadú, deberá responder a una interpelación presentada por el diputado de ERC Joan Ridao.

"Cálculo partidista"

Ridao exigirá explicaciones a partir de un informe elaborado por Comisiones Obreras que subraya que la reorganización supone un aumento del gasto corriente y la parálisis de la Administración. El informe indica que varios organismos han perdido operatividad al quedar divididos en varias consejerías, en buena medida por la pugna entre las superconsejerías. Además, ERC considera que el mantenimiento de Presidencia sólo se explica "por razones de cálculo partidista y de equilibrio interno de CiU".

El PP también expresará en el pleno de mañana su inquietud ante la reorganización del Gobierno. Los conservadores se muestran especialmente preocupados por la continuidad del Departamento de Presidencia cuando la mayor parte de sus atribuciones han sido asumidas por otras consejerías.

Además, Pujol prepara una nueva reestructuración del Gobierno para después de las elecciones con el objetivo de crear un nuevo departamento, que recaería en el comisionado de Universidades, Andreu Mas-Colell. No obstante, ello es inviable con la actual legislación, que limita a 14 el número máximo de departamentos. El Gobierno ha llevado ya a la Cámara un proyecto de ley para reformar la ley de organización de la Administración con el objetivo de permitir al presidente de la Generalitat modificar por decreto "la creación y determinación del número, la denominación y el ámbito de competencia" de los departamentos.

A pesar del malestar provocado por la reorganización del Gobierno, ERC evaluó ayer satisfactoriamente el grado de cumplimiento de los acuerdos suscritos con CiU en la investidura de Pujol. Los vicesecretarios de ERC Joan Puigcercós y Carles Bonet se reunieron ayer con el secretario general de Convergència, Pere Esteve; el líder de Unió, Josep Antoni Duran, y el jefe del grupo parlamentario de CiU, Ramon Camp, para analizar el desarrollo de los compromisos firmados. Ambas delegaciones acercaron sus posturas en los asuntos todavía pendientes de encauzar, que afectan a tres de los 12 puntos acordados: el establecimiento de una moratoria para las líneas eléctricas, la participación de las comunidades autónomas en las instituciones europeas y la adopción de un impuesto para las grandes superficies comerciales.