Los cortes de agua toman el relevo a los de fluido eléctrico ocurridos en enero

"Primero fueron los problemas de electricidad, luego de agua, ¿para cuándo los cortes de gas?". La secretaria general de la Unión de Consumidores y Usuarios, Ana Zarzuela, resumió ayer de esta forma los problemas de abastecimiento que está sufrienco la ciudad durante las últimas semanas. Los problemas de fluido eléctrico de enero han pasado el testigo a los de agua potable desde el jueves. Entre el 8 y el 17 de enero, cuatro averías eléctricas dejaron sin luz a distintas zonas de la ciudad de Valencia. Las más importantes, las del 17 y el 14, se produjeron como consecuencia de los problemas en la subestación de Iberdrola en Nou Moles, la única existente en el interior del casco urbano. A pesar de que estos dos apagones coincidieron con sendas tormentas, el origen de las averías de la subestación -situada junto a la avenida Pérez Galdós- que lleva unos 50 años en funcionamieno, respondió a causas distintas.

El primero se debió a la acumulación de charcos en el centro de la ciudad, lo que provocó un cortocircuito en un cable, que, a su vez, produjo un pequeño incendio que paralizó tres de los cuatro transformadores de la subestación. Como consecuencia de este suceso, los vecinos de los barrioas de L'Olivereta, Abastos y buena parte de Ciutat Vella se quedaron sin luz entre una y dos horas. La última avería se detectó en el interior de uno de los transformadores, por lo que, según Iberdrola, la lluvia no fue la causa. Al tratarse de la misma subestación, los afectados por ambas averías fueron los mismos.

El martes día 11, 20.000 vecinos del noroeste de Valencia y de Burjassot sufrieron otro apagón por un problema en un cable de alta tensión. El cuarto apagón se produjo el sábado 9 debido a las averías simultaneas ocurridas en tres transformadores.