Un "gordo" en la lavadora: Hacienda abona 30 millones en Elche por un décimo que resultó premiado tras ser rescatado, deteriorado, de la colada

Un día antes de que, el 22 de diciembre, 43.500 millones de pesetas inundaran Elche de manos del gordo de Navidad, un décimo de lotería premiado daba vueltas en la lavadora de una casa. Le correspondían 30 millones de pesetas, y por la mala costumbre de no vaciar los bolsillos antes de echar el pantalón al canasto, cubrió casi todo el programa de lavado.Todos menos uno. El principal enemigo de todo aquel documento que en las fauces del electrodoméstico de última generación acaba convertido en una mezcla ilegible de papel, tinta y pelusa: el centrifugado.

Para Santiago del Pozo, delegado en Elche de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), los agraciados, que prefieren mantener el anonimato, han tenido suerte por partida doble: "Les tocó el premio, y creo que hubo una respuesta rápida por parte de la mujer, que cortó rápido el lavado y no llegó a centrifugar, por lo que el décimo no se descompuso".

El día del sorteo, con el número 65.379 recompuesto sobre la mesa como un puzzle destintado, y la familia pendiente de los cánticos de los niños de San Ildefonso, llegó la alegría y el temor a partes iguales. ¿Se podrá cobrar el premio?, se preguntaron probablemente los agraciados mientras observaban los trozos de papel que, nuevos, valían 30 millones.

Antonio Sánchez, representante del Banco de Alicante, al que acudió la familia, afirma que cuando llegó a la entidad el décimo estaba "metido en un plástico, y presentaba un lamentable aspecto". Sánchez intentó tranquilizar al compungido propietario. "El no ya lo tenemos. Ahora hay que acudir a la administración", le dijo. El décimo estaba completamente deteriorado, pero se mantenían en buen estado los números y la parte inferior del boleto, por donde se realiza la lectura electrónica.

Para Sánchez, se trata de los dos puntos más importantes para hacer efectivo un premio, y ese mismo día comenzó el proceso habitual de verificación del boleto, que finaliza en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Los técnicos, tras realizar las pertinentes pruebas periciales, dictaminaron que las tintas y la calidad del papel del décimo sólo podían pertenecer al elaborado por el Estado, y que efectivamente se trataba del número premiado con el gordo Navidad. Y dieron el visto bueno al documento.

Pese a todo, los trámites y el sufrimiento de la familia se prolongaron unos días más, hasta que todos los premios fueron abonados por los bancos y se constató que sólo quedaba uno por cobrar. "Había que esperar, por cuestiones de seguridad", hasta completar todas las verificaciones pertinentes, señaló el delegado de LAE. El proceso se califica de "muy rápido".

De esta manera, lo que un día llegó al banco "hecho pelusilla", según la definición del bancario, se convirtió en 30 millones a añadir a una cuenta corriente.

Y así, sin la presencia de los nuevos millonarios, temerosos de la popularidad que ha despertado su caso, el organismo de apuestas del Estado, el banco y los dueños de la administración de lotería número dos de Elche, participaron ayer en la entrega simbólica del premio a las puertas del establecimiento. Un talón gigante, sueño de muchos, con los dígitos estampados de 30 millones de pesetas,fue entregado entre los disparos de los camarógrafos y las preguntas de algunos transeúntes curiosos: "¿Es que ha vuelto a tocar aquí?", preguntaban.

El responsable de LAE asegura conocer tan sólo un antecedente en España, que se dio en 1998 en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), cuando se abonaron 14 millones de pesetas por un décimo lavado, también en el sorteo navideño.

Los agraciados, pese a que no pudieron celebrar las fiestas por todo lo alto como otros miles de ilicitanos, tienen tiempo de coger el tren de las rebajas.Aunque ya no les hace falta.