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Un desertor 'provoca' su detención tras cinco meses en busca y captura

Carlos Pérez saltó ayer a mediodía la verja del cuartel militar de San Juan de Ribera, en Valencia, disfrazado del Mahatma Gandhi para lograr su objetivo: que la Policía o el Ejército se dignaran a detenerle, de una vez por todas, tras cinco meses en situación de busca y captura por desertar, y con una condena de dos años de prisión militar pendiente.La empresa no era sencilla. Este insumiso ya había protagonizado sin éxito dos protestas similares en octubre y noviembre en la Caja de Reclutas y la Delegación de Defensa. El Moviment per l'Objecció de Consciència explica que en los últimos coletazos del servicio militar obligatorio las autoridades son conscientes de que la insumisión cuenta con un amplio apoyo social y prefieren mirar hacia otro lado en vez de detener a los desertores. Pero ayer fue diferente. "Lo has conseguido, vamos a detenerte", le espetó un policía a Carlos. Para convencerles, el insumiso tuvo que precintar con papel los cañones y la garita ayudado por dos chicas (todos vestidos con túnicas para conmemorar el aniversario de la muerte de Gandhi), y celebrar un pic-nic junto a 15 antimilitaristas.

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