Indemnizan a una monitora despedida por intimar con un preso etarra
El juzgado de lo Social de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha condenado a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias a indemnizar a una monitora de la prisión de máxima seguridad Puerto I, en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María, que fue suspendida de empleo y sueldo en noviembre de 1998 por mantener una estrecha relación sentimental con un preso etarra.Instituciones Penitenciarias justificó su actuación fulminante en el "peligro" que esta relación podría entrañar a la seguridad del centro penitenciario. El preso Juan Ramón Rojo González, de 28 años, que fue detenido en enero de 1992 acusado de ser uno de los liberados del comando Biz-kaia de la banda terrorista ETA, declaró que su romance era exclusivamente personal y que nunca hablaron de política.
La justicia estima el despido improcedente y da la razón a esta trabajadora ocupacional, quien fue expedientada y sancionada tras ser sorprendida cuando se besaba con el interno. Entre ambos surgió una relación sentimental, que aún mantienen a través de correspondencia que traslada la familia del preso .
Después de conocerse su romance, el recluso, que no cumple condena por delito de sangre, fue trasladado por Interior a la prisión vizcaína de Basauri.
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