La monitora despedida por intimar con un etarra será indemnizada
El Juzgado de lo Social de Jerez de la Frontera ha condenado a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias a indemnizar a una monitora de la prisión de máxima seguridad Puerto I que fue suspendida de empleo y sueldo en noviembre de 1998 por mantener una relación sentimental estrecha con un preso perteneciente a la organización terrorista ETA.El juzgado considera el despido improcedente y da la razón a la trabajadora temporal, quien fue expedientada y sancionada tras ser sorprendida por un funcionario besándose con Juan Ramón Rojo. Ambos mantienen aún su relación a través de correspondencia que es vehiculada por los familiares del recluso.
Rojo, que no cumple condena por ningún delito de sangre, fue trasladado pocos días después de conocerse lo sucedido a la prisión vizcaína de Basauri por orden de Interior.
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