Bohigas
He leído el comentario de Oriol Bohigas (EL PAÍS, Cataluña, 5 de enero) sobre La gran tancada donde afirma que el autor del libro, el abajo signante, considera que "la frivolidad y la pura estética acomodaticia eran los móviles de la intelectualidad antifranquista", conclusión que me asombra porque procede de una persona que, aparte de este detalle, admiro.Así pues, sospecho que, por ser parte afectada (y tener arte y parte), el comentarista emite un juicio desafortunado sin enterarse de que La gran tancada es un considerable elogio de unos intelectuales participantes en el encierro en Montserrat de 1970, entre los cuales estaba él.
En todo caso, si necesitaba un Papa para canonizar la gauche divine, yo no soy la persona pertinente y, tal vez por ello, impertinente.- Josep M. Muñoz-Pujol. Barcelona.
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