Investigación judicial contra un ministro del Interior de Kohl

La fiscalía del Estado en Wiesbaden ha iniciado una investigación judicial contra un exministro del Interior de Alemania durante la etapa de Helmut Kohl: el democristiano Manfred Kanther, quien renunció la semana pasada a su escaño en el Bundestag (Parlamento federal). El ex ministro Kanther, en otro tiempo considerado un duro defensor de la ley y el orden, reconoció su responsabilidad por la transferencia al extranjero de ocho millones de marcos (680 millones de pesetas) pertenecientes a la CDU (Unión Cristiana Democrática). La cadena de televisión ZDF informó de que la fiscalía basa su investigación en la sospecha de malversación de fondos. Según el diario Bild, en la fiscalía de Wiesbaden se han acumulado hasta 25 denuncias relacionadas con el asunto de las cuentas clandestinas de la CDU. Algunas de estas denuncias van dirigidas contra Kanther, otras contra el excanciller Kohl y contra el actual dirigente del partido y jefe del gobierno del land de Hesse, Roland Koch.

Problemas en el SPD

Ayer, el ministro de Finanzas de Renania del Norte-Westfalia (oeste de Alemania), el socialdemócrata Heinz Schleusser, presentó su dimisión al ser cuestionado por un asunto de viajes en avión cargados a la cuenta de un banco público, según anunció el jefe del Gobierno regional, Wolfgang Clement, informa France Presse. Schleusser se vio obligado a reconocer anteayer que en los años 90 realizó dos vuelos en compañía de una joven a bordo de aviones fletados por la entidad Westdeutsche Landesbank (WestLB). Los numerosos vuelos efectuados por miembros del Gobierno de este land, feudo tradicional del Partido Socialdemócrata (SPD), a bordo de aviones fletados por el WestLB, alimentan desde hace varios meses las especulaciones sobre el carácter profesional o privado de los viajes.

La polémica alcanza al presidente alemán, Johannes Rau, ex jefe del Gobierno regional, que utilizó en 45 ocasiones, según sus propios abogados, estos aparatos fletados por el banco entre 1987 y 1997. Rau defiende que ninguno de estos viajes fue privado.