El IVAM reúne las esculturas figurativas de Francisco Leiro y las instalaciones espirituales de Marco Bagnoli

El IVAM Centre del Carme fue ayer escenario de la inauguración de dos exposiciones distantes en cuanto a concepción y temática que repasan la trayectoria de dos reputados artistas, el italiano Marco Bagnoli (Florencia, 1949), y el español Francisco Leiro (Cambados, 1957). El primero, químico de formación, muestra en las 12 piezas seleccionadas, que incluyen diversas instalaciones y dibujos, su querencia por las manifestaciones mitológicas, la indagación de la espiritualidad -como se revela en la gran columna de cerámica vidriada- y la reflexión sobre la ciencia a través de la representación artística. La luz y las formas que adquieren las esculturas en las sombras proyectadas sobre la pared centran gran parte de la primera gran muestra individual en España, comisariada por Emmanuel Guigon. Bagnoli recordó su interés por corporeizar las grandes teorías científicas.El sentido del humor y el surrealismo de la rotundas formas caractizan, por su parte, la exposición de Francisco Leiro, uno de los escultores españoles más destacados. Con una trayectoria consolidada que le ha llevado a situar la talla de madera en la máxima actualidad, aunque utiliza también otros materiales, la obra figurativa y expresionista de Leire bebe del surrealismo, de la imaginería popular gallega y del hieratismo mesopotámico para crear un mundo propio identificable. Leiro, hijo de cantero, señaló ayer que su marcha hace años a Nueva York, donde reside temporadas, le ha abierto nuevos caminos, aunque su trabajo no ha experimentado "un cambio radical". El comisario es Miguel Fernández, director del Centro Galego de Arte Contemporáneo, donde la muestra se exhibirá en mayo. Las dos exposiciones concluyen el 26 de marzo.