Deuda para Rato

He leído con alegría lo que el cantante Bono escribe en EL PAÍS del 12 de enero sobre la campaña Jubileo 2000, lleno de confianza en que la retórica de los políticos se convierta en realidad y veamos pronto perdonada la deuda de los países más pobres del mundo, tal como ha pedido el Papa y prometido algunos de los países más ricos. No es sólo asunto de justicia, dice, sino también de política económica sensata, cancelar una deuda que "es mala y el endeudado se encuentra en quiebra financiera".Bono ha puesto su fama al servicio de esta noble causa y ha conseguido que suenen las trompetas de la opinión pública hasta hacer caer las murallas burocráticas de organismos financieros internacionales. Pero me llama la atención que su optimismo se detenga ante nuestro país. Habla de Estados Unidos, del Reino Unido, de Canadá, de Francia..., pero nada dice de España. Es verdad que España no pertenece al G7, pero me temo que harían falta (y Bono lo sabe) muchas trompetas para derribar las murallas de nuestro Ministerio de Economía, que se reserva toda la competencia incluso en asuntos de cooperación internacional y no parece ver el sufrimiento que hay detrás de esta deuda inútil. Me gustaría equivocarme, pero si no acepta antes de las elecciones el establecimiento de un fondo autónomo "de desendeudamiento para el desarrollo", tal como le han pedido las 400 ONG españolas, me temo que tenemos deuda para Rato.- . Zaragoza.