Moby y Elliot Murphy muestran esta semana dos maneras de entender el pop
Los caminos del pop son variados, como muestran esta semana las propuestas de Moby y Elliot Murphy, las dos visitas internacionales de relieve. Hay estos días muchos artistas españoles que corroboran esa teoría, pues nada tiene que ver, por ejemplo, la música de Tony Lomba y Elio Dos Santos con la de Riky López o The Bricks. Pero hay también sonidos africanos de la mano de Pili y una buena muestra de jazz con la Universiada del Galileo que acaba esta semana.
- Jazz de futuro. Continúa la Universiada de Jazz que comenzó la semana pasada por tercer año consecutivo en el Galileo Galilei. Es el nuevo jazz español que se abre al futuro con estrellas que empiezan a tener renombre en el género. Una muestra que cada año ofrece propuestas de más interés.El jazz consagrado viene de la mano de Fuasi Abdul-Khaliq, que repite toda la semana en el Café Central tras el éxito obtenido en el mismo lugar a comienzos del verano pasado. Este saxofonista californiano afincado en Berlín muestra toda la potencia de su instrumento con el apoyo de su grupo estable constituido en un formato muy clásico de jazz: piano, contrabajo y batería.
- Las figuras de fuera. La apuesta más atrevida del pop es esta semana la que ofrece Moby, un artista difícil de clasificar. De sus comienzos en un grupo de hard-core a su pasado más reciente reconvertido en experimentador electrónico, Moby es un personaje que siempre sorprende en cada concierto o en cada disco. Su carrera tiene tantos momentos de pura guitarra como de puro tecno. Su combinación de guitarra y maquinitas la apoya siempre en su actitud rockera, casi punki. Play se llama su reciente disco, que presenta ahora en Madrid con un espectáculo al parecer apabullante basado en su derribo constante de fronteras estilísticas.
En plan intimista y clásico el pop se vuelve apasionado con Elliot Murphy. Este veterano artista norteamericano ha conseguido una enorme reputación entre su grupo de seguidores abnegados sin renunciar nunca a sus principios. Podía haber sido el sucesor de Dylan, como se le señaló en sus comienzos, pero prefirió seguir con su vida sencilla, afincarse en París y tocar en plan tranquilo por los bares y cafés de la vieja Europa. Se presenta en Suristán de nuevo para ofrecer el manojo de hermosas canciones que se incluyen en Abril, su reciente disco grabado en directo y desenchufado junto al guitarrista Olivier Durand, que le acompañará en su recital.
- De aquí. Del iconoclasta grupo gallego Los Tres Sudamaricones ha salido el dúo Tony Lomba y Elio Dos Santos. Lo suyo es un disparate. Mezclan folk de su tierra con orquestaciones ampulosas, samplers, guitarras eléctricas o ritmos dance. Un batiburrillo que se recoge en su disco Pareja de hecho, cuya presentación acompañan con una imagen de lo más extravagante. La indumentaria de estos dos individuos cuando se suben a un escenario sería digna de encabezar un catálogo de los horrores: pantalones campana, colores chillones, volantes o transparencias que nunca dejan indiferente al público.La variación marca el resto de las emergentes propuestas que el pop español muestra esta semana. El mallorquín Riky López, con tremenda ironía; con toques celtas lo factura The Reels, un joven grupo de Getafe con cierta reputación en su circuito; mirando al punki más ramoniano lo hacen DDT, un trío madrileño de sonido primitivo; basándose en el metal pesado, los donostiarras ILL; sustentado sobre el reggae, los madrileños Cañaman; con el funki como señera, Clan Club; inspirados en el rock clásico, Piratones; y mirando al futuro, The Bricks, una interesante nueva banda formada por miembros de Lions In Love y Sex Museum, dos de las formaciones de más renombre en el circuito madrileño a comienzos de los noventa.
- El sonido de la tierra. El teclista Jasper Van't Hof se encuentra al frente del grupo multirracial Pili Pili, una formación que basa su sonido en la tradición del folclore surafricano. Pili Pili lleva 15 años mezclando las músicas étnicas de África con el jazz y el pop. Actúa esta semana dos veces en Madrid, en la capital y en Galapagar, para dar a conocer Incwadi Yothando, el décimo disco de su carrera y que presentan con un coro de cantantes zulúes.
Más próximo a un baladista a lo Alejandro Sanz que a un cantaor flamenco, José, El Francés, presenta esta semana su nuevo disco, Alma. Sus baladas pop suenan apasionadas, no obstante, gracias a la tradición flamenca que corre por sus venas.
Amancio Prada une la tradición de los poetas españoles con el sonido de su tierra leonesa. Su actuación el viernes en el teatro de la central sindical CCOO es la primera del nuevo ciclo Cantando a la luz de la noche, que, organizado por el Ateneo Cultural Primero de Mayo, se celebrará todos los viernes de febrero.
Cuba suena en las canciones de Habana Abierta, un interesante grupo de músicos cubanos afincados en Madrid que unen con sabiduría y sentimiento la tradición de su tierra, la nueva trova, con el pop de aquí. La semana termina electrónica y bailable con el Séptimo Tecno House Sur Festival que se celebra de nuevo en La Peineta de Leganés.
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