Mayor sostiene que el Bloc representa la única "fuerza valencianista" y apela al votante de UV El nuevo partido nacionalista pide la máxima soberanía en el seno de la Constitución

El Bloc Nacionalista Valencià celebró ayer la primera jornada de su congreso constituyente en un ambiente de euforia y sin reparar en gastos. Pere Mayor, histórico dirigente nacionalista que opta a la presidencia del nuevo partido, presentó el congreso como el "fin de una etapa", el paso de "una federación de partidos a la constitución de un bloque unitario" que pretende aglutinar, sin mayor definición ideológica, todas las opciones de "estricta obediencia valencianista". Mayor definió el Bloc como la única oferta "novedosa y ganadora" en la Comunidad Valenciana y apeló sin ambages a los votantes regionalistas.

Mayor destacó que el Bloc persigue "revalencianizar" su proyecto a través del congreso constituyente y se remontó a la historia reciente para defender su condición de "única fuerza valencianista". Mayor contrapuso la oferta que representa el Bloc con "las propuestas que han vestido de valencianismo un proyecto estatal" y aquellos "valencianistas que han regalado al PP el Gobierno de la Generalitat y la capital", en alusión a Unión Valenciana. Según el aspirante a la presidencia del Bloc, "se ha querido satanizar" a los nacionalistas desde la transición política alegando que no eran "buenos valencianos". Pero, en las circunstancias actuales, los nacionalistas sobreviven como "única fuerza valencianista" que pretende captar el voto en un espectro ideológico muy difuso.El congreso se abrió con un minuto de silencio en homenaje al escritor Enric Valor, fallecido hace una semana, y una intervención de Pepa Chesa, responsable de la organización del cónclave. Chesa apeló a la unidad de todos los grupúsculos nacionalistas dispersos de la Comunidad Valenciana y defendió la pluralidad de un proyecto unitario. "Un bosque silvestre se adapta mejor a las variaciones del entorno que un jardín ordenado", sintetizó.

Y desde luego el bosque es silvestre. Los estatutos del nuevo partido, que fueron apoyados por el 97% de los delegados, eluden una definición ideológica expresa y subrayan el "pluralismo político": "El Bloc, como expresión unitaria del nacionalismo valenciano, reconoce la existencia de distintas tendencias políticas en su seno aunque la afiliación es individual. Esta diversidad ideológica, política y organizativa es un valor positivo del conjunto del movimiento valencianista y expresión de su dinamismo".

Acta fundacional

La declaración de principios o acta fundacional del Bloc establece que el pueblo valenciano constituye "una nacionalidad histórica" y que el pueblo valenciano tiene pleno derecho "al autogobierno y la autodeterminación". El texto "reconoce" que es compatible "la soberanía" del pueblo valenciano con los vínculos establecidos en pie de igualdad con otros pueblos o naciones del Estado o de la UE. El Bloc reconoce el marco legal que constituye el Estatut d'Autonomia pero pide su máximo desarrollo hasta donde lo permita la actual Constitución. Los nacionalistas reclaman una hacienda propia que pueda establecer conciertos económicos con el Estado; la cooficialidad de las dos lenguas y la defensa activa del valenciano; y una división administrativa comarcal del territorio valenciano.

Los nacionalistas obtuvieron el mejor resultado electoral de su historia en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, en las que superaron ligeramente a Unión Valenciana. Su objetivo es aprovechar la división entre los socialistas valencianos, "la lenta agonía" de Esquerra Unida y el descenso de Unión Valenciana para lograr un diputado en el Congreso. El Bloc tropieza con una tradición de descalabros en las elecciones de ámbito estatal. En marzo de 1996 apenas sumó 26.000 votos en la provincia de Valencia, en la que un diputado cuesta unos 75.000 sufragios.

José María Chiquillo, presidente de Unión Valenciana y duiputado en el Congreso, arremetió ayer contra los nuevos nacionalistas. "El Bloc tiene fachada moderada, programa radical y dirección conservadora, la del PP", comentó Chiquillo, que alentó viejos fantasmas y alertó sobre "el peligro que supone para la identidad valenciana que un partido tutelado por Jordi Pujol cobre fuerza en detrimento de otras opciones auténticamente valencianas".