Banesto vuelve "al pelotón" de la gran banca al repartir su primer dividendo desde 1992
Banesto dio ayer lo que puede considerarse el último paso en su camino hacia la normalidad, emprendido tras la intervención por parte del Banco de España, el 28 de diciembre de 1993. Su presidente, Alfredo Sáenz, anunció que el banco repartirá dividendo (17 pesetas por acción) este año, con cargo al ejercicio pasado. El último dividendo que repartió Banesto fue en 1992. El grupo cerró el pasado ejercicio con unos beneficios atribuidos de 50.357 millones, con un alza del 25,3%. Para este año, Sáenz espera que los resultados aumenten más de un 20%.
"Ya hemos alcanzado al pelotón. Ahora vamos a intentar colocarnos en los puestos de cabeza". El presidente de Banesto, que de esto de ciclismo ha cogido experiencia, parangonó con este símil la evolución de la entidad que dirige desde poco después que el Banco de España lo interviniera a finales de 1993. La muestra palpable de esa reincoporación al pelotón, de ese retorno a la normalidad para el que sólo resta un pago de impuestos completo, es que la dirección de Banesto ha decidido volver a repartir dividendo, algo que no sucedía desde 1992, último ejercicio completo de Mario Conde al frente del banco.
Será con cargo al ejercicio pasado y su cantidad, que será aprobada en la junta general de accionistas que se celebrará el próximo 18 de febrero, ascenderá a 17 pesetas brutas. En este momento, el 98,28% del capital de Banesto está en manos del BSCH y el resto se reparte entre un total de 41.563 accionistas. En 1992, Banesto repartió 95 pesetas por acción, 9.380 millones en total, con unos beneficios de 20.218 millones.
En esta ocasión, el banco destinará al reparto de dividendos 10.415 millones de pesetas de los 50.357 millones que ganó en 1999 (un 25,3% más que un año antes). Los 39.942 millones restantes irán a reservas.
La cuenta de resultados de Banesto muestra, además, el incremento de todos los márgenes y la reducción de los gastos de transformación.
Sáenz, que realizó, como tiene por costumbre, una pormenorizada exposición, destacó que a estos datos se llega sin apuntar plusvalías de algunas operaciones, que han ido directamente a engrosar provisiones, "grasa" como le gusta decir al presidente de Banesto. Ahí, por ejemplo, se incluyen los 8.000 millones de pesetas de plusvalías generados por la venta de Isolux. Esta enajenación supuso el fin en la práctica de la Corporación Industrial. En la actualidad, la única participación industrial importante de Banesto es el 56% de la inmobiliaria Urbis. Sáenz insistió en que Banesto no está en venta y descartó una fusión entre Urbis y Vallehermoso, la otra inmobiliaria del BSCH.
Para el año próximo, Banesto se ha fijado como meta un aumento de los resultados de más del 20%, aunque el sueño del equipo de Sáenz es alcanzar la cota de los 80.000 millones de pesetas de beneficio atribuible en tres años.
En estos cálculos, Banesto tiene en cuenta el efecto de la nueva circular sobre provisiones. Para este año, el impacto de esa legislación en la cuenta de resultados del banco será de 4.000 millones, que se convertirán en 8.000 millones en 2001.
"Cuento métrico" de Internet
Sáenz aprovechó la comparecencia pública de presentación de resultados para explicar la estrategia de su grupo en Internet y, de paso, echar unas gotas de reflexión y sentido común al agitado cóctel en el que se ha convertido el debate sobre las nuevas tecnologías y su influencia en los mercados financieros.
El presidente de Banesto, quien reseñó que la entidad fue pionera en el uso de Internet, explicó que el equipo que dirige ha optado por una solución en la que se mezcla la banca clásica con la que aprovecha las nuevas tecnologías. "Banesto asume", dijo, "que Internet no es un segmento, sino una forma de aproximarnos a los clientes". Además, advirtió de que "hay mucho cuento en la métrica [en la forma real de medir el uso real de la red] de Internet".
Alfredo Sáenz insistió en que el sistema de retribución extraordinaria de la dirección de Banesto no tiene nada que ver con las opciones sobre acciones de Telefónica.
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