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FÚTBOL 20ª jornada de Liga

Dos goles y a dormir a casa

BETIS 2 ATHLETIC 1Betis: Prats; Otero, Bornes, Rivas, Filipescu; Benjamín (Gálvez, m. 76), Merino, Ito, Luis Fernández (Karhan, m. 82); Denilson (Cuéllar, m. 88) y Alfonso.

Athletic Club: Lafuente; Lacruz, Alkorta (Felipe, m. 52), Carlos García, Larrazabal; Tiko, Urrutia (Javi González, m.65), Alkiza, Edu Alonso (Joseba Etxeberria); Guerrero y Urzaiz.

Goles: 1-0. M. 3. Ito, desde fuera del áera.

1-1. M.63. Larrazabal, de penalti.

2-1. M. 74. Ito, de cabeza a bocajarro.

Árbitro: Javier Turienzo Álvarez (castellano-leonés). Expulsó a Rivas (m.62) por despejar con las manos en el área. Amonestó a Alkorta, Denilson, Merino, Etxeberria, Benjamin, Larrazabal e Ito.

Unos 45.000 espectadores en el estadio Manuel Ruiz de Lopera.

Dos goles de Ito y a casa a dormir. El Betis recuperó ayer la libertad condicional tras el confinamiento decretado por su presidente, Manuel Ruiz de Lopera, tras el desastre copero del pasado miércoles. Un tropiezo que ayer pasó al olvido y a engrosar la larga lista de sinsabores del Betis. Porque lo principal ayer era vencer al Athletic, disipar temores y recuperar la tranquilidad ahora que se barruntaba tormenta tras el lamentable espectáculo ofrecido en su campo al caer frente al Valladolid y el Numancia. Una anómala situación que ayer se cortó a tiempo. Y con buenas maneras, algo que casi había olvidado la entregada afición verdiblanca, que casi fenece de satisfacción con los goles de Ito.

Cinco pellizcos de Alfonso en momentos decisivos del partido y la conexión equipo-afición volvió a ser la que era. Porque en este Betis es Alfonso quien decididamente marca la diferencia. Su calidad y olfato hacen victorias. Ante el esforzado y ordenado Athletic fue así. Sin apenas tiempo de estirar las piernas, la errática zaga bilbaína se encontró con el primer aviso de Alfonso que, solo, encaró a Lafuente con un ajustado disparo que rozó el palo. Tampoco dejó tiempo para la reacción, pues peleó en la frontal el balón y, generoso, se lo dejó muerto a Ito para que, de fuerte disparo de rosca, se congraciase con la afición. Era el minuto cuatro y el Betis, de un golpe, había desarmado al rival.

Fue entonces cuando el equipo de Griguol tuvo que enfrentarse a sus propios miedos, todo un muestrario compilado en sus pobres actuaciones. Y tal desafío, del que a la postre saldría airoso, pesó demasiado en un equipo que se ha acostumbrado a pegar primero para ser apalizado después.

Temeroso, el Betis se replegó en exceso, meditando al extremo cada jugada de ataque. Y esto lo pudo hacer porque el Athletic se lo permitió. Ni una sola ocasión de peligro ni atisbo de ello en toda la primera parte. Este es el inucuo balance que se llevó al descanso el equipo de Luis Fernández. Ante la pasividad del rival, el Betis se creció. Le adjudicó la tarea de mover el balón, labor para la que este Betis no ha sido llamado, y acabó de desquiciarlo. Esto y que Denilson, aún enrabietado, se haya propuesto amortizar el sustancioso desembolso que el club hizo por él. A Alkorta lo puso con un pie en el frenopático. Y de paso le endosó una tarjeta amarilla que rebajó en mucho su agresiviad para lo que restaba de partido.

Pero su esfuerzo sigue sin dar resultado. Tras dejar boquiabiertos a Alkorta y a Carlos García con una de sus espectaculares actuaciones, Denilson volvió pecar ante la puerta de un angustiado Lafuente al enviar alto el gol que ya cantaba la grada. Denilson sumó así un nuevo desencuentro en esa extraña relación amor-odio que mantiene con una afición que tan pronto le jalea como le manda a paseo.

Con dos regalos de Alfonso a Ito y a Otero que la actuación in extremis de Lafuente frustró comenzó la segunda parte. Pudo el Betis sentenciar y por poco sale sentenciado a pasar otra semana confinado en el hotel. Un extraño despeje de Prats que empalmó Carlos García obligó a Rivas a suplir a su compañero bajo los palos. Larrazabal niveló el choque y el Betis casi sucumbe bajo el temor y la inferiorridad que le reportó el empate. Aquí fue donde se empezó a ver al Athletic. Urzaiz, Exteberria y Tiko se afanaron en las jugadas a balón parado, pero el Betis, puestos a recuperar cosas, recuperó ayer hasta la solvencia defensiva del inicio de temporada. Esto y un nuevo obsequio de Alfonso a Benjamín en la frontal que culminó Ito devolvió al Betis la tranquilidad. Y a los jugadores a sus casas.

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