Zaplana advierte que las generales "no están ganadas"

Eduardo Zaplana advirtió ayer a cientos de militantes y simpatizantes del PP reunidos en Requena que las elecciones generales que deben celebrarse el próximo mes de marzo "no están ganadas". El presidente de la Generalitat y del PP en la Comunidad Valenciana, entregado a la campaña, siguió: "Las tenemos que ganar, porque existe una responsabilidad de seguir creando una España alegre y con futuro".Zaplana acompañó a Ana Botella, esposa del presidente de Gobierno, que también tomó la palabra para cantar los logros de la gestión del equipo que encabeza su marido. "El PP ha logrado la cuadratura del círculo", dijo Botella, al combinar la reducción de la presión fiscal con "importantes mejoras en el bienestar social".

Botella cerró con su intervención dos jornadas de intensa actividad en la Comunidad Valenciana con evidente tono electoralista y con reiterados guiños permanentes al voto femenino.

Los comités electorales del PP en la tres provincias valencianas confirmaron a última hora de la tarde que Francisco Camps, Juan Costa y Federico Trillo encabezarán las candidaturas electorales de los próximos comicios generales en Valencia, Castellón y Alicante, respectivamente.

En los tres casos, los portavoces del PP destacaron el "peso específico" que los cabezas de lista han acumulado en Madrid gracias a sus respectivos cargos públicos y destacaron los buenos resultados que obtuvieron en las pasadas elecciones.

La "obligada" invitación a los regionalistas de Unión Valenciana para que se incorporen a las candidaturas del PP, entretanto, tropieza con resistencias formales. José María Chiquillo, presidente de UV, anticipó ayer que defenderá ante la cúpula del partido la posibilidad de acudir en solitario a la convocatoria electoral y advirtió que "si el PP tiene verdadero interés en un posible acuerdo" debe remitir a los regionalistas "un documento formal que incluya acuerdos sobre el programa electoral".

Los responsables del partido valencianista señalaron que asuntos como la defensa de la lengua, la aprobación del Plan Hidrológico Nacional, el impulso de la reforma del Estatuto o la revisión del modelo de financiación autonómica, entre otros, entrañan discrepancias "casi insalvables" entre las aspiraciones de ambas formaciones políticas.