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Sólo un tercio de los islamistas armados de Argelia se acogen a la ley de concordia civil a un día del final del plazo

En vísperas de que mañana expire el plazo legal para la rendición de los islamistas levantados en armas en Argelia, el número de arrepentidos, unos 1.500, es inferior al de los que siguen todavía empecinados en su guerra santa, que serían el doble. La ley de concordia civil o "del perdón", proclamada el 13 de julio del año pasado pora iniciativa del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, concedía seis meses de plazo a los miembros y simpatizantes de lasbandas armadas para rendirse y poder acogerse a una amnistía total o parcial, según cada uno de los casos.Las disposiciones de esta ley no benefician, sin embargo, a las personas que hayan cometido delitos de sangre, violaciones o atentados con explosivos que causaran víctimas, aunque todo ello será objeto previamente de una investigación por comisiones especializadas.

El plazo para la rendición expira el jueves día 13 y, según las cifras dadas por fuentes gubernamentales, tan sólo 1.200 individuos se habían entregado voluntariamente a las autoridades hasta finales de noviembre pasado. El total de terroristas arrepentidos no excedería hasta la fecha de los 1.500, mientras que cerca del doble seguirían alzados en armas en el monte o escondidos en las poblaciones, a juicio de medios políticos de la capital argelina.

Las rendiciones se realizan con cuentagotas, según informaron las autoridades provinciales. Así, en la provincia de Orán el pasado lunes tan sólo se rindieron dos integristas, uno de ellos procedente de Lyón (Francia), en tanto que el número total de los arrepentidos es de 20, cifra calificada de irrisoria.

En la provincia de Buira se rindieron anteayer otros 14 individuos, 12 de ellos procedentes de un comando del autoproclamado Grupo Salafista de la Predicación y el Combate (GSPC), una de las bandas que han rechazado la ley de la concordia civil. Los otros dos procedían uno de Alemania y el otro de Libia, adonde habían huido clandestinamente para participar en una de las redes de apoyo a su banda.

Otro de los aspectos más significativos de estas rendiciones es que ninguno de los arrepentidos se ha presentado como cabecilla o líder de comandos o falanges armadas, lo que supone que la plana mayor del Grupo Islámico Armado (GIA) y del GSPC sigue con las armas en la mano.

Ante la inminencia de que expire el plazo de la ley "del perdón", las Fuerzas Armadas argelinas se disponen a realizar varias operaciones militares de gran envergadura, confirmando así la promesa de Buteflika de que, pasado el 13 de enero, a los terroristas se les combatirá hasta exterminarlos.

Amnistía para el EIS

El caso del EIS es diferente al de otras bandas armadas, ya que negoció su rendición antes de que se promulgara la ley de concordia civil, a través de una serie de conciliábulos con varios jefes del Ejército argelino.

Una fuente oficial anunció ayer la concesión de la amnistía a estos combatientes por parte del presidente Buteflika. Inmediatamente después, el EIS confirmó su disolución.

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