El traspaso de Chamot al Milán se complica por la rebaja en la oferta al Atlético
MadridEl fichaje del defensa central argentino del Atlético José Antonio Chamot por el Milan está en manos del juez de instrucción de la Audiencia Nacional, Manuel García- Castellón. El jugador ansía terminar su carrera deportiva en el Milán. El club italiano ha hecho ofertas al Atlético desde el verano pasado. Pero en su último intento, realizado hace una semana, ha rebajado la cantidad ofrecida a 600 millones de pesetas, más de un 50% menos respecto a la oferta hecha cuando Jesús Gil presidía al Atlético. La rebaja ha suspendido las negociaciones por orden de Rubí. Ahora el juez tiene la palabra
Ante los continuos intentos del Milan por fichar a Chamot, los antiguos gestores del Atlético, con el director general, Miguel Ángel Gil Marín, a la cabeza, insistieron en que le necesitan en el club por lo menos hasta el próximo junio. Cuando el Milan lanzó su ofensiva para contratar a José Mari por 3.000 millones de pesetas, a mediados de diciembre pasado, volvió a pujar por Chamot en un último intento por llevarse a los dos futbolistas. Entonces, Gil Marín se opuso a la marcha de Chamot, y a los pocos días -el 22 de diciembre- el club fue intervenido por la justicia.Antes de la intervención judicial del Atlético, el Milan ofrecía más de 1.100 millones de pesetas por Chamot. Ahora, la oferta se ha reducido en casi un 50%, y eso ha provocado el atascamiento de la negociación. El Milan ha ofrecido al administrador judicial del Atlético, Luis Manuel Rubí, unos 600 millones de pesetas a través del representante del jugador, Roberto Setembrini. El club lombardo pretende aprovecharse de la situación desesperada que vive el vestuario del Atlético. En estos momentos, la mayoría de la plantilla tiene ofertas para dejar el Atlético, y, como confesó uno de sus miembros ayer a este periódico: "Más de uno se iría ahora mismo".
Ayer, mientras Chamot se entrenaba en el Cerro del Espino, en la Ciudad Deportiva del Atlético, Setembrini y Rubí se reunían en el Calderón para decidir su futuro. Pero la negociación se congeló ante la suspicacia de Rubí. El administrador no quiere permitir la venta de Chamot a tan bajo precio cuando sabe que su valor en el mercado es mucho mayor de lo que se ofrece. Y tampoco quiere que el club se encuentre en una situación de debilidad que le haga presa frente a las apetencias de otros equipos con respecto a los jugadores del Atlético. Pero ante la insistencia del propio jugador, prometió estudiar el caso, y advirtió de que es el juez Manuel García-Castellón quien tiene la última palabra para autorizar el traspaso. Este último asunto cobra mayor carta de naturaleza después de que el Registro Mercantil haya devuelto el nombramiento de Rubí como administrador judicial. Aunque fuentes del juzgado consideran que esta decisión del Registro Mercantil no tiene mayor importancia, y que puede quedar subsanada en breve, en la situación actual Rubí Blanc no puede tomar decisiones que afecten a terceros, como sucedería en el caso del traspaso de un jugador argentino.
Rubí Blanc, en su calidad de delegado del juez, debe rendir cuentas de su gestión a García- Castellón. El entorno del jugador no era optimista ayer respecto al futuro de las negociaciones. Rubí asegura que en dos días espera obtener una respuesta del juez. En todo caso, Chamot conoce que juega con el tiempo a su favor: el plazo para fichar en Italia cierra el 30 de enero.
El técnico del Atlético, Claudio Ranieri, coincide en muy pocas ocasiones con sus jugadores. En ésta, sí. Ranieri quiere que -"por el bien del equipo", según un jugador- Chamot sea traspasado cuanto antes. El vestuario conoce la situación del defensa y comprende su intención de dejar el Atlético. Sus compañeros saben que "José tiene 30 años, y es normal que quiera terminar su carrera deportiva en un grande como el Milan. Es su sueño". Las difíciles condiciones en que se encuentra el Atlético favorecen la comprensión de la plantilla para con Chamot. El jugador cumplirá el miércoles -en el partido de Copa frente al Las Palmas- el segundo de los cinco partidos de suspensión, a causa de su agresión a Juan Carlos, delantero del Sevilla. A Ranieri le molestó sobremanera la actitud de Chamot en esa acción. Hay voces en el club que consideran que Chamot forzó la situación para facilitarse la salida del club.
El regreso a Italia se ha convertido en una obsesión para Chamot. Su dispersión aumenta con el correr de los días. Ayer, sus compañeros advertían sus continuas distracciones durante el entrenamiento. El defensa, que floreció como futbolista en el Rosario Central argentino, vivió la mayor parte de su carrera deportiva en Italia, donde fichó por el Pisa en 1990. Luego pasó por el Foggia y el Lazio. Allí compitió hasta 1998, cuando fichó por el Atlético a petición de Arrigo Sacchi.
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