Ruiz-Gallardón inaugura en la avenida de América la primera multiestación privada

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró ayer la primera multiestación de transportes de la región pagada por privados, que la explotarán durante 25años. Son cuatro plantas subterráneas en la avenida de América con 40.000 metros cuadrados de superficie. Aquí confluirán cuatro líneas de metro y muchas más de autobuses urbanos, interurbanos y de largo recorrido. Los privados han invertido 4.000 millones para construir la multiestación. Y ganarán 10.000 en 25 años cobrando un canon a las compañías, alquilando plazas de aparcamiento y locales comerciales.

El Consorcio Regional de Transportes estima que cada año usarán esta nueva multiestación 112 millones de madrileños, que se ahorrarán atascos por valor de 127.000 horas, según los cálculos hechos por los dirigentes regionales. En la multiestación confluyen las líneas de metro 4, 6, 7 y 9, que registran un movimiento medio de 340.000 viajeros, y las líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) 114, 115 y 72. Además, hasta aquí llegarán los autobuses interurbanos procedentes del corredor del Henares, de Guadalajara y de otros destinos. El presidente regional aprovechó la inauguración para repetir su discurso contra el vehículo privado: "Tiene que acabarse la idea de que viajar en coche genera más calidad de vida para los ciudadanos. No se trata de crear un sistema de prohibición a la circulación de los automóviles, sino de ofrecer métodos de disuasión para que no se coja", aseguró.

Horarios de metro

Por otra parte, el consejero de Transportes, Luis Eduardo Cortés, arremetió ayer contra algunos sindicatos que se niegan a aceptar su propuesta económica para ampliar el horario del metro. Aseguró Cortés que algunos miembros del comité de empresa se han opuesto sin dar explicaciones del porqué. "Pero que estén tranquilos los jóvenes. Tengo suficiente fe, voluntad y fuerza para sacarlo adelante. La juventud tendrá esa ampliación aunque tarde tiempo", concluyó Cortés. El consejero criticó el hecho de que sólo 150 trabajadores, de una plantilla de 2.600, hubieran votado en Asamblea el rechazo al acuerdo sobre ampliación de horarios: "150 no son representantivos".