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La mayoría de los socios de la auditora Price violó la normativa de Bolsa en EEUU

La mayoría de los socios de la firma de contabilidad y auditoría PricewaterhouseCoopers violó la normativa que impide invertir a sus trabajadores y directivos en las compañías en las que han efectuado una auditoría, según un informe elaborado por el abogado Jess Fardella para la Comisión de Valores en Bolsa (Securities Exchange Commission, SEC) de EEUU, que impide que los auditores y sus familiares puedan invertir en empresas que auditan.La firma ha reconocido las irregularidades recogidas en el informe y ha anunciado que despedirá a todos los implicados si se confirman finalmente las acusaciones. Un portavoz en España subrayó que la firma cuenta con un código ético de obligado cumplimiento por sus empleados y que ha establecido un nuevo sistema para impedir futuras irregularidades. Asimismo, destacó que la firma apoyó en todo momento las investigaciones.

El informe señala que las violaciones a la normativa eran rutinarias y que 31 de los 43 principales socios de la firma cometieron al menos una, al igual que seis de los 11 socios responsables del cumplimiento de las reglas éticas en la empresa. Se encontraron 8.064 violaciones, que, según el portavoz, "ya se han corregido o se están corrigiendo en gran parte".

Según The New York Times, como resultado de la investigación, cinco socios de Price han sido ya despedidos y un número mayor de empleados se ha visto obligado a dejar la firma.

El informe indica que el incumplimiento de la normativa era generalizado en Price Waterhouse y Coopers, las empresas que al fusionarse dieron lugar a la actual compañía. La investigación comenzó en 1997, después de que la SEC recibiera información sobre violación de las normas de independencia de las auditorías en la oficina de la empresa en Tampa (Florida), donde se confirmó que tres personas poseían acciones de firmas que habían supervisado.

Según fuentes de la investigación, la SEC va a extender las pesquisas al conjunto de las firmas del sector. Otras firmas del sector, como Ernest&Young y Arthur Andersen tienen códigos de conducta e impiden a sus empleados y familiares invertir en empresas que auditan.

La ley de Auditorias española de 1988 y el reglamento que la desarrolla establece que los auditores no pueden tener más de un 0,5% del capital de las empresas que auditan -o que audita la firma a la que pertenecen-y que, en cualquier caso, la inversión en esas compañías no puede superar el 10% del patrimonio total del auditor.

Fuentes del sector reconocen que la legislación es clara y restrictiva, pero han expresado su preocupación por el precedente que sienta la actuación de la SEC, ya que puede dejar al descubierto irregularidades no siempre voluntarias. "¿Cómo puede saber un auditor en otro país si su firma audita a una empresa española que emite bonos en ese mercado?, se preguntaba ayer un directivo. La SEC cree que todo el sector debe endurecer las normas de comportamiento y control.

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