Los chechenos acusan a Rusia de ejecutar a cientos de civiles en campos de concentración

El jefe de los órganos de seguridad de los independentistas, Abú Movsáyev, acusó ayer al Kremlin de haber ejecutado a cientos de chechenos en los campos de concentración que el Ejército ha creado en los territorios de esta república norcaucásica. La denuncia de Movsáyev puede ser parte de la guerra informativa que libran ambas partes, pero llama la atención una coincidencia: el mando federal advirtió ayer de que en los próximos días pueden aparecer vídeos en los que se ve a uniformados fusilando a civiles, pero aseguró que se trata de un montaje.

Movsáyev afirmó poseer "pruebas irrefutables" de la existencia de "campos de concentración" en los distritos de Shelkovskaya, Naúr y Sunzha, en los que actualmente habría cerca de 1.200 personas. El jefe de la seguridad rebelde acusa a los rusos de haber ejecutado a "más de 700 ciudadanos de Chechenia", cuyos cadáveres después han sido quemados o destruidos con ácidos y cal. Los rusos, cada vez que entran en una localidad, hacen un "peinado o limpieza" en el que arrestan a los hombres sospechosos de haber luchado junto a los independentistas. Ante todo, les examinan las manos y el hombro derecho en busca de huellas que dejan las culatas de las armas al ser disparadas. Las personas sospechosas y las acusadas de ser guerrilleros deben pasar por los llamados "puntos de filtración", auténticas cárceles que se hicieron tristemente famosas en la guerra anterior por los excesos y las barbaridades allí cometidos. Aparentemente son los "puntos de filtración" los que Mosvsáyev califica de campos de concentración.

La acusación chechena surgió casi paralelamente a la advertencia rusa sobre un posible "montaje" para acusar a los militares de matar fríamente a civiles en Chechenia. El mando militar, que se puso el parche antes de la herida, dijo que las imágenes que podrían aparecer próximamente son una falsificación y que los uniformados que se ve en ellas fusilando a civiles no son soldados, sino mercenarios eslavos que combaten del lado checheno. En el campo de batalla, los rusos recuperaron ayer el control de Aljan-Kala, una de las cuatro aldeas retomadas esta semana por los chechenos, según France Presse.

Mientras tanto han aparecido nuevas denuncias sobre las explosiones realizadas en septiembre pasado en viviendas de Moscú y otras ciudades, que causaron la muerte de casi 300 personas y provocaron el inicio de esta guerra. Sedat Aral, fotógrafo turco, filmó un vídeo en un búnker de Movsáyev en el que un teniente del espionaje militar ruso llamado Alexéi Galtín "confiesa" que fueron el Servicio Federal de Seguridad (SFS, ex KGB) y el espionaje militar.

Tanto el Ministerio de Defensa como el SFS han desmentido que sus hombres hayan llevado a cabo las explosiones, y la confesión de Galtín, habida cuenta de dónde fue obtenida, tiene poco valor. Pero algunos periódicos rusos ya habían insinuado esa hipótesis, y Konstantín Borovói, diputado liberal de la Duma saliente, acusó directamente a esos servicios rusos de ese horrible crimen.