_
_
_
_
_

Tradiciones de Persia y de Holanda en torno a los tres Magos

La cabalgata de los tres Reyes Magos es la principal festividad infantil de cuantas se celebran anualmente en Madrid. Como es habitual, esta edición ha sido organizada por la concejalía de Cultura que encabeza el primer teniente de Alcalde, Juan Antonio Gómez-Angulo y su equipo.La base de esta celebración se asienta en la tradición cristiana, si bien la especialista Nazazin Amirian, en su libro Gathá (Editorial Obelisco, Barcelona 1999) señala que hunde sus raíces en la antigua Persia mitraísta. Esto explicaría la diversidad y la fusión de representaciones, señas y símbolos en la práctica de esta tradición. En sustancia, consiste en la adoración del Niño Jesús, hijo virginal de María, de la tribu de David como ella, por pastores de origen humilde y por tres monarcas, llegados a Palestina de países remotos y que representan la bienvenida dada al nuevo Profeta por las tres civilizaciones preexistentes, la persa incluida, que los reyes encarnan.Éstos le brindan sus presentes, oro, incienso y mirra. La mirra es, en la mitología griega, el nombre de un árbol en el que se convirtió la ardiente y transgresora madre de Adonis.

Más información
La emoción venció al frío

El carácter mágico atribuido a los Reyes corrobora la tesis persa, ya que la religión arcaica iraní, el mitraísmo, contaba con una clase sacerdotal, mogh, que rendía culto al fuego. El nombre del rey Melchor derivaría de Manucher (textualmente, "Rostro iluminado"), según Amirian.

Desde el punto de vista icónico, los Reyes Magos han evolucionado mucho, integrando rasgos procedentes de otros universos simbólicos: su presencia oronda, los cabellos blancos de dos de ellos, se asemejan mucho al aspecto de San Nicolás, arzobispo de Myra, en el Asia Menor, nacido en el año 271 y muerto en 342 o 343 de la era cristiana. Primero fue patrón de pescadores y comerciantes, para convertirse luego en símbolo de la Navidad en Holanda. Para los niños holandeses, San Nicolás llega el 6 de diciembre de cada año a los Países Bajos procedente de la lejana España, en un barco cargado de naranjas.

El santo neerlanés-turco y casi hispano, según la tradición, cuenta con un secretario y paje, Pedro el Negro, muy listo y de tez oscura, en el cual algunos han visto el gemelo de Baltasar, a quien se asciende al grado de Rey Mago en la cultura navideña española e italiana.

San Nicolás es enérgico, simpático y suavemente gruñón con los niños. Les pregunta si han sido buenos a lo largo del año. Si lo han sido, Pedro saca de su gran bolsa el juguete solicitado, pero si no, el niño podría ser introducido en la bolsa para ser llevado lejos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

San Nicolás viste de rojo y posee luengas barbas blancas, rasgos ambos que lo identifican con Santa Claus de los sajones, nórdicos y estadounidenses. El nombre de San Nicolás deriva familiarmente para los niños holandeses en Sinterklaas, término en el cual algunos han visto el precedente etimológico de Santa Claus.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_