La incómoda soledad de Juane

La expedición del Atlético partió ayer a Sevilla entre gestos de incomodidad, insultos de aficionados a Miguel Juane, el delegado del administrador judicial, y la necesidad de los jugadores de ganar el partido contra el Sevilla (21.00, Canal+) para respaldar sus protestas con un trabajo bien hecho.Los jugadores se acomodaron en su vagón de primera clase, en el AVE, y respiraron aliviados. Antes, la comitiva pasó por la estación de Atocha entre atropellos y encabezada por Miguel Juane, el hombre a quien el administrador judicial, Luis Manuel Rubí, ha elegido para representar al club en los compromisos oficiales. Rubí pretende que un ex jugador rojiblanco de altos vuelos presida los encuentros del Atlético en el Vicente Calderón. Pero la agrupación de veteranos del Atlético no ha dado respuesta de momento. Ha decidido pensárselo y tomarse un plazo para ver si acepta la oferta.

Juane, reconocible por los aficionados, que le han visto en prensa y televisión, Juane es un ex jugador de baloncesto profesional, longilíneo y de rasgos afables. En el pecho de su camisa lleva bordadas las iniciales "M. J.". Al verle al frente de la expedición, apurando el paso hacia el tren, los hinchas de la peña rojiblanca Frente Atlético, reunidos en Atocha, comenzaron a proferirle insultos. Mientras tanto, repartían pegatinas con la siguiente inscripción: "Nuestra historia merece respeto. Administración judicial: ¡Fuera ya! Siempre unidos por la misma causa".

Tanto los hinchas como los jugadores, identifican a Juane con la intervención y administración del club por parte de la Justicia. Y Juane, como dijo ayer, lo comprende: "Yo no puedo representar al Atlético; yo estoy aquí para cumplir otra función, representar al nuevo equipo de trabajo que gestiona al Atlético. A mí me ha nombrado el Estado para que haga este trabajo y me hace muchísima ilusión hacerlo; pero comprendo que a algunos no les parezca agradable, y que lo expresen con más o con menos educación. El pueblo es soberano y libre de opinar". Juane fue el único representante de los nuevos gestores del club en el vagón que transportó al Atlético. Junto a él viajaron el gerente, Clemente Villaverde, uno de los inculpados en el caso Atlético; Carlos Peña, el viejo delegado del equipo; el responsable de seguridad de la Comunidad de Madrid en el Atlético, José Camarero; el cuerpo técnico y los jugadores, que jugaron a las cartas, durmieron, o conversaron, indiferentes. Ranieri leyó La Gazzetta dello Sport.

Por la mañana, al llegar al entrenamiento, la plantilla descubrió al Calderón cubierto de pintadas de los hinchas contra Rubí y a favor de Gil. Las novedades deportivas pasaron a un segundo plano, pero no dejó de sorprender el regreso de Jordi Lardín a una convocatoria después de tres meses. "No iba con el equipo desde que jugamos contra el Ankaragucu en Turquía, por la Copa de la UEFA", recordó Lardín. "Estoy ilusionado y contento con volver". Lardín confirmó que negoció con el Espanyol para dejar el Atlético pero que el técnico espanyolista, Miguel Ángel Brindisi, no le quiso fichar, "y tampoco tenían dinero". Sobre las pintadas, Lardín opinó que "es lógico" que aparezcan para pedir el regreso de Gil: "Al presidente le vamos a dedicar todas las victorias a partir de ahora; él se lo merece".

Otra curiosidad en el aspecto deportivo fue el descubrimiento tardío que hizo Ranieri de Lardín: "Me parece que es un buen jugador". Ranieri, en cambio, ha mostrado su desencanto con un futbolista con el que siempre contó, como es Solari. Ni el argentino ni Correa fueron convocados ayer, según el técnico, por motivos "físicos", aunque no presenten ninguna dolencia.

El Sevilla, que despidió 1999 perdiendo en Oviedo (4-2) y Mallorca (3-1) tras su épico triunfo por 3-2 ante el Barcelona, deberá sobreponerse a los problemas de su delantera, pues Juan Carlos y el uruguayo Marcelo Otero serán dudas hasta última hora. El técnico,Marcos Alonso, solicitó la unidad de todos los estamentos del club como única vía para reflotar al equipo. Sin embargo, ha presenciado como dos consejeros dimitían en el último mes por "irreparables" diferencias con el presidente del Sevilla, Rafael Carrión.

Sevilla: Valencia; Marchena, Hibic, Tabaré; Héctor, Francisco, Quevedo, Nando; Tsartas; Otero o Jesuli y Zalayeta.

Atlético: Molina; Aguilera, Chamot, Santi, Ayala, Capdevilla; Njegus, Bejbl, Valerón, Hugo Leal; y Hasselbaink.