12 años de cárcel para un taxista que apuñaló a la hija de su compañera

La Sección 5 de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 12 años de prisión a Antonio B. H., un taxista jubilado de 69 años, por apuñalar a la hija y yerno de su esposa al considerar que éstos estaban alejando de él a la mujer para impedir que tuviese cualquier derecho sobre el piso que su compañera, María Teresa A. H., poseía en Torrejón de Ardoz.Los hechos ocurrieron el 5 de septiembre de 1998 en la plaza del Dos de Mayo (Centro). Según la sentencia, el procesado y Teresa habían convivido más de 20 años en un piso modesto de la calle del Divino Pastor (Chamberí). No obstante, durante ese tiempo adquirieron a nombre de la mujer una vivienda en Torrejón de Ardoz. "Tras jubilarse, el taxista vio mermados seriamente sus ingresos y le preocupó la posibilidad de quedarse sin casa, por lo que quería que se le reconocieran los derechos que creía tener sobre el piso de la citada localidad", explica el relato de hechos probados.

Esta preocupación aumentó cuando su compañera cayó gravemente enferma por causa de un tumor maligno y decidió vivir con su hija, Isabel M. H., y su yerno, Luis F. S. El procesado interpretó esta decisión como una maniobra para alejarse de él y no concederle ningún beneficio sobre el piso de Torrejón. Antonio y Teresa quedaron el 5 de septiembre para tratar el asunto. La mujer acudió con su hija, mientras su yerno las esperaba en un automóvil. Tras conversar un rato, madre e hija entraron en una tienda de electrodomésticos.

Por la espalda

Al salir, el procesado se acercó a Isabel y la apuñaló por la espalda. Al ver lo que ocurría, Luis se acercó y, tras forcejear con Antonio, recibió dos puñaladas en el pecho. Ambas víctimas tuvieron que ser operadas quirúrgicamente por estas heridas.

El acusado huyó, pero fue detenido a poca distancia. En el momento del arresto aseguró a los agentes que "nadie le quitaba su piso y que iba a matarla", indica la sentencia. Según la magistrada, "la intención de Antonio era la de matar, por lo que se deduce del arma empleada, el lugar del tórax al que se dirige el ataque y la posterior manifestación espontánea a los policías que le detuvieron". También considera que al acusado no se le puede aplicar la eximente de trastorno mental porque "no perdió en absoluto el autocontrol, recuerda los hechos y de ellos da la versión que le conviene". "Lo más que consta es que estaba preocupado por su porvenir y por sus reales o imaginarios derechos sobre el piso de Torrejón", continúa.

Por este motivo, el juez titular condena a Antonio a siete años de prisión por un delito de asesinato y a otros cinco por otro de homicidio, ambos en grado de tentativa. Igualmente, deberá indemnizar a Isabel con 660.000 pesetas, y a Luis, con seis millones por las secuelas, dado que tiene la mano izquierda inutilizada en buena parte, y por los daños morales.