EL FIN DE AÑO DEL PRÍNCIPE GUILLERMO

La prensa británica estaba ayer dividida sobre las confidencias que el príncipe Guillermo, primogénito de Carlos de Inglaterra, hizo el pasado domingo en Gales al saludar a un grupo de personas. Algunos aseguran que el futuro monarca reconoció en público que tenía resaca tras la celebración del año nuevo, mientras otros desmienten este extremo. La foto del joven con la sonrisa en los labios mientras estrecha las manos a personas concentradas ante una iglesia de Cardiff era interpretada ayer por algunos medios como una prueba del deseo de la familia real de dar más protagonismo al joven llamado a sentarse en el trono de Inglaterra. Pero las discrepancias aparecen al tratar de explicar las palabras que intercambió con la gente. Una agencia de prensa relata que un hombre le preguntó si se había recuperado de la celebración del fin de año, a lo que Guillermo respondió que estaba satisfecho por no tener resaca; sin embargo, el sancionalista The Sun titulaba "Alguien ha bebido una copa de más", para añadir a continuación que el príncipe había confiado a uno de los congregados ante la iglesia que estaba bajo el efecto de una resaca de la que todavía no se había recuperado. El Daily Telegraph daba una versión más matizada: "He pasado un buen fin de año y todavía no estoy recuperado... como todo el mundo, supongo", comentó el joven príncipe.-