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Tres muertos en el incendio de un albergue de 'sin papeles' en Sicilia

Un incendio, provocado al parecer por los propios internos para favorecer una fuga masiva, causó la muerte la madrugada de ayer a tres detenidos en el centro de acogida de inmigrantes clandestinos de Trapani (Sicilia). Otros cuatro inmigrantes resultaron con quemaduras gravísimas, mientras cinco miembros de las fuerzas de seguridad resultaron intoxicados.Según la policía estatal, que se ocupa de la vigilancia del centro gestionado por Cáritas, el fuego fue provocado por un grupo de internos atrincherados en una habitación, con la pretensión de crear una situación de caos, que hiciera posible una fuga masiva.

Portavoces regionales de los tres principales sindicatos italianos y del Partido de Refundación Comunista, además del senador de Los Verdes Luigi Manconi, exigieron ayer que se aclare inmediatamente lo ocurrido, y pidieron el cierre de este tipo de centros.

El incendio se originó en una de las habitaciones, tipo celda, del centro Obra Pía Rosa Serraino Vulpitta, donde un grupo de retenidos sin papeles prendieron colchones y sábanas con la aparente intención de atraer a las fuerzas de policía e intentar una fuga. Sin embargo, las cosas se desarrollaron de forma diferente, y cuando llegaron los primeros auxilios, tres de los ocupantes de la habitación estaban ya carbonizados.

A las protestas de los portavoces de izquierda respondió ayer el nuevo ministro del Interior, Enzo Bianco, señalando que "los centros de acogida no son cárceles, pero tampoco hoteles", de los que se puede salir a voluntad.

Diversos incidentes

El dramático suceso de la pasada madrugada no es el primero que se produce en el instituto de Trapani, un antiguo hospicio, parcialmente habilitado en julio como centro de acogida para inmigrantes indocumentados.

Desde entonces, al menos cuatro incidentes, aunque de escasa gravedad, se habían producido en unas instalaciones que habían recibido numerosas críticas por lo inadecuadas.

Según algunas denuncias de grupos de izquierda y del voluntariado que trabaja con los inmigrantes, en el antiguo hospicio se hacinaban hasta 10 personas por habitación, sin más posibilidades de movimiento que pasear por los corredores.

La ley italiana prevé la retención en estos centros de acogida de los inmigrantes que llegan al país de forma irregular, durante un periodo de 30 días, tiempo tras el cual, si no existe la posibilidad de obtener asilo político, el clandestino es devuelto al país de origen.

En el centro Serraino Vulpitta se encontraban alojadas 85 personas desembarcadas ilegalmente el 4 de diciembre pasado en la pequeña isla de Pantellería. Para la mayoría no había más futuro que el regreso a la patria.

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