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ASÍ HABLAN... Los afortunados en la lotería Ni una sola incorrección gramatical

El andaluz limita por uno de sus puntos cardinales con su peor enemigo: el vulgarismo. Cuestión harto peliaguda, pues no es posible definir con exactitud en qué consiste este fenómeno ni, por consiguiente, la manera de corregirlo, suponiendo que haya algo que corregir. Y sin embargo, la consideración de vulgar pesa sobre nuestra habla como una losa de mil kilos; es causa de su baja estimación social, ingrediente inevitable de toda clase de sainetes, antiguos y modernos, y todavía es un serio obstáculo para que nuestra modalidad lingüística deje de ser considerada como una suerte de anomalía pintoresca del castellano, en lugar de lo que verdaderamente es: una forma evolutiva del español, y con mucho futuro.El que se diga haiga, paderes o entavía no es ni mucho menos exclusivo del andaluz, sino que se oye en cualquier otra forma del castellano no cultivado. Es más una cuestión social que geográfica. Incluso hay vulgarismos de otras latitudes que por aquí no se utilizan jamás, como el muy frecuente del habla madrileña: ves y dile, por ve y dile, que es lo correcto (desde el punto de vista más seguro, el de la morfosintaxis) y lo que dirá cualquier andaluz de cualquier rango.

O Fuoncarral, por Fuencarral. O la hice un regalo por le hice un regalo, si bien en este caso, el del laísmo, se trata de un desvío muy extendido, incluso con cierto uso literario, pero desvío al fin que un andaluz no cometerá nunca, porque aquí no se ha movido un ápice el instinto del dativo y el acusativo.

El pasado día 23, con motivo de la lluvia de millones que cayeron sobre Andalucía en el sorteo de Navidad, tuvimos ocasión de escuchar por la radio o la televisión un muestrario muy amplio de las distintas modalidades del andaluz espontáneo, según iban manifestándose los agraciados de las cinco provincias de la suerte, en su mayor parte personas modestas.

Pudimos así registrar: Siete miyoneh de peseta (El Ejido, Almería, con vocales muy abiertas). No, no, nozotroh íbamo jugando zobre veinte año... Tapá unoh poquito d"abujero, como loh pobre zolemoh dezí... Yo vía qu"ella ziempre compraba un déjimo, entonce pué... (Olvera, Cádiz). ¡Yo qué zé! Ehtamoh que no jabemoh ni lo que, no m"enteraba... (Ronda, Málaga). Hemoh dao el gordo máh vece. Pero de Navidá ehta eh la primera vé...No zé...Siete miyoneh y argo, ¿no? (Barbate, Cádiz). Sólo ha sido un désimo. No s"a frasionao, y desí que"htá mu repartío, sobre todo a nivé familiá (Puente Genil, Córdoba). Poh bien... María Jozé Bermonte... Participacione (zeta muy suave)... Po entonce...a mí tamié (Veléz-Málaga) Pue a lo mejor eh Fray Leopordo... Noh lo a regalao una clienta... en el fondo eh para nuehtroo ijo (plural con vocales alargadas y abiertas)... arreglando lah luse de laa aula (Granada).

De todo hay, como puede verse. ¿Quién se atreverá a ponerle puertas a este campo anchuroso de la fonética andaluza, de la fraseología más viva? Pero, ojo, ni una sola incorrección gramatical. ¿Corregir?

A. R. ALMODÓVAR

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