Gil admite que paga a sus jugadores unas cantidades que no figuran en contrato

Jesús Gil declaró ayer que en el Atlético de Madrid, club de cuya presidencia fue destituido judicialmente el pasado miércoles, "no hay ninguna figura que cobre lo que pone en el contrato federativo". Por su parte, su hijo Miguel Ángel, el director general del club y también implicado en las supuestas irregularidades que se investigan, alertó sobre una fecha clave en la que, según sus pronósticos, el club puede saltar por los aires: el 5 de enero vence un pago a los jugadores, por valor de 500 millones de pesetas, que, sospecha, no se va a cumplir. Se trata de una operación que, según su versión, no es demasiado clara desde el punto de vista contable -asegura que sí muy frecuente en el fútbol- y que, por tanto, no va a estar dispuesta a asumir Luis Manuel Rubí Blanc, el administrador judicial del club. Los Gil hablan en tono crítico hacia Rubí, al que acusan de estar descuidando los asuntos deportivos del Atlético en su búsqueda por encontrar pruebas para inculparles."De seguir con la táctica de Castresana [el fiscal del caso Atlético] de buscar dinero", declaró Jesús Gil a Antena3 televisión, "yo le voy a dar dinero de todos los colores. Pero por eso no se desciende a un club a Segunda, hay cosas que son como son. Si la máxima figura de un equipo oficialmente cobra 40 millones de pesetas... [es la cantidad que en círculos reducidos ha confesado figura en el contrato federativo de Kiko] ¿Hay alguien que se cree que un jugador cobra eso? Si Hasselbaink, Kiko y todas las figuras del Atlético quedasen en libertad dentro de dos meses por no cumplir con ellos, ¿quién va a sufragar todo eso? Yo admito la buena voluntad de un administrador judicial, pero si está al servicio de la Fiscalía Anticorrupción, del señor Castresana, de su gestión no puede salir nada bueno, sino el hundimiento del Atlético". Y añadió en manifestaciones a Efe: "El Atlético corre un riesgo enorme de desaparecer. A la hora de la verdad no hay ninguna figura que cobre lo que pone el contrato federativo".

Gil Marín señaló una fecha en la que comprobar la dimensión de sus temores. El próximo 5 de enero, día en el que, según su versión, los jugadores querrán hacer efectivo una especie de pagaré del Atlético al margen de su ficha federativa, y que suelen cobrar a través de una empresa. El pago asciende a unos 500 millones de pesetas. Desde el pasado miércoles, sólo el administrador judicial puede autorizar los pagos del Atlético. La sospecha de los anteriores gestores del club es que Rubí Blanc no va a cumplir con dicho compromiso.

Reproches a Rubí

Gil Marín está preocupado por el futuro de su familia, pero también dice estarlo por el del Atlético. Y por ahí no muestra confianza alguna en su nuevo administrador. "Rubí sólo se dedica a recoger pruebas contra la antigua directiva y no a sacar de la crisis al Atlético. Ha hablado únicamente con el director de administración y con los contables. Si sigue sin hablar con gente del fútbol, el club se va a paralizar. El club funciona con Clemente Villaverde [gerente], Miguel Ángel Ruiz [secretario técnico] y conmigo, además del director administrativo. Si Rubí no nos consulta, el club corre riesgo de bajar a Segunda, de desaparecer. El Atlético en Segunda es inviable. Rubí no puede fichar a nadie porque no sabe a quién. Y a Ranieri sólo se dirigió para desearle suerte".