La Junta calificará con "bastones" la calidad de las residencias de ancianos El sistema, inspirado en el hotelero, sólo regirá en los centros privados

La Consejería de Asuntos Sociales pondrá en marcha un sistema de evaluación de la calidad de las residencias de ancianos similar al que funciona en la hostelería con las estrellas. El acuerdo cerrado entre la Junta, los empresarios del ramo y los sindicatos de UGT y CC OO contempla la instauración de una clasificación de la oferta residencial para mayores, que permita homologar el criterio de evaluación, y la formación del personal. El sector privado andaluz gestiona entre el 60% y el 70% de las camas residenciales para mayores.

Sindicatos, empresarios y la entidad social que representa a la Iglesia, que gestiona un notable número de centros, dieron luz verde al acuerdo con la Consejería de Asuntos Sociales esta semana. El documento, que será presentado previsiblemente por el consejero Isaías Pérez Saldaña después del último Consejo de Gobierno del año, contempla una llamativa clasificación de la calidad de los servicios de las residencias de mayores, que está inspirada en el sistema de estrellas que mide la oferta de los establecimientos hoteleros. Los centros privados de ancianos lucirán, por su parte, bastones, cuya cantidad identificará el tipo de servicios que ofertan, proporcionales al coste. Pérez Saldaña defendió la aplicación de esta criterio de clasificación como "un procedimiento que permitirá regular". "El ciudadano sabrá que reúne requisitos homologados de calidad", explica.

Más plazas

La colaboración del sector privado es, a juicio del consejero, fundamental, a la vista de la oferta residencial que gestionan en Andalucía. De las 28.000 plazas existentes en la Comunidad, los centros privados ofrecen entre el 60% y el 70%. Y es una tendencia que seguirá creciendo en el futuro. Las previsiones de la Consejería de Asuntos Sociales para el año 2.001 plantean elevar el número de camas residenciales en Andalucía para mayores en más de 6.000.

El acuerdo firmado con las asociaciones empresariales y sindicales contempla también planes de formación de los trabajadores para que se adapten al perfil especializado que necesita el personal de residencias de ancianos. Los programas formativos se abordarán en colaboración con la Consejería de Trabajo e Industria.

Isaías Pérez Saldaña destaca la importancia del acuerdo porque, a su juicio, "cierra el debate estéril e inútil sobre la calidad de las prestaciones a las personas mayores". Las tres partes han consensuado las directrices sobre los parámetros de calidad que deben reunir los centros, los programas de concertación con la Administración autonómica o la adaptación de las residencias de ancianos.

La falta de plazas en residencias constituye uno de los problemas más acuciantes de la gestión de la Consejería de Asuntos Sociales, que en la Ley de Atención y Protección a los Mayores, apuesta por incentivar como alternativas los servicios de ayuda a domicilio, la creación de centros de día, la ayuda a las familias que conviven con personas mayores o las ayudas para adaptar las viviendas. Como proyecto novedoso, este año arrancará el servicio de teleasistencia para atender a unas 50.000 personas, que será una alternativa al internamiento.