_
_
_
_
LA RUPTURA DE LA TREGUA

Dos horas de fuego para acabar con la cloratita

Durante dos horas un fuego vivo, como de una bengala de color rosáceo, destruyó los casi 700 kilos de cloratita y los 50 de dinamita y goma dos en tubos que ocultaba la furgoneta Peugeot estacionada en el hostal Los Conductores, en el término municipal de Alhama de Aragón (Zaragoza). Era la segunda que, cargada de explosivos, ETA trasladaba desde Francia a Madrid por la antigua carretera N-II.El miércoles, por la tarde, el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, felicitaba a los agentes del destacamento de Tráfico de Calatayud que habían detenido, el lunes, el primer vehículo. Hacia las seis, mientras estaba en el cuartel de esa localidad zaragozana, recibió el aviso de que había una segunda camioneta.

Más información
Las dos furgonetas bomba de ETA con 1.700 kilos de explosivos iban a estallar a las 19.56

Era una Peugeot, con matrícula falsa, que llevaba desde la tarde anterior en el aparcamiento del restaurante. Nadie había reparado en ella porque en el hostal es frecuente ver coches de este tipo mientras los obreros que trabajan en la obra del tren AVE comen allí. Pero el miércoles, por la tarde, sólo quedaba esa furgoneta. Era el segundo vehículo que aparecía en la zona cargado de explosivos.

"Acabo de regresar", explicaba María Victoria, la propietaria del hostal. "Ayer, a esta hora [eran las seis menos veinte], llegó la Guardia Civil y nos advirtió de que debíamos dejar esto porque sospechaban de ese coche y de que podía estar cargado de explosivos. Mi marido y mis dos hijos, de 20 y 14 años, nos tuvimos que ir a casa de mi madre a Alhama". María Victoria no vio la operación. Ni ella ni los trabajadores de Cerámicas Palacín y Cerámicas El Patio, que fueron desalojados ayer por la mañana.

Los perros, "borrachos"

Los grupos especiales de la Guardia Civil y los artificieros de Madrid y Zaragoza se acercaron ayer, hacia las ocho de la mañana, al vehículo. Había que comprobar si era un coche trampa. Los perros "salieron borrachos", en palabras de un agente, nada más acercarse a la camioneta y oler los explosivos que llevaba. Luego, por seguridad, se utilizó un robot.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La carretera de acceso desde la autovía a Alhama estaba cortada desde el miércoles por la noche. La Guardia Civil acordonó la zona y nadie pudo acercarse a menos de 600 metros de distancia. Horas de trabajo. Después, sacar lentamente, en bolsas de plástico de diez kilos, la carga mortal.

A las dos de la tarde la operación había terminado. La Peugeot era trasladada al cuartel de Tráfico de Calatayud, donde están también la primera furgoneta y el Renault Clio usado como lanzadera.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_