"Nos podemos cargar el club"
Gil convocó a la prensa en las oficinas del Club Financiero Inmobiliario para defenderse públicamente de las acusaciones judiciales que pesan sobre él. Haciendo un esfuerzo, visiblemente fatigado y lejos de parecerse al hombre vigoroso de hace unos años, Gil expuso apartado por apartado su visión de la crisis judicial y económica que pesa sobre su gestión en el Atlético. A su izquierda lo secundó sombrío su hijo Miguel Ángel. Estaban rodeados de un pelotón de guardaespaldas, antigüedades, jarrones chinos y rosetones de mármol. "Oficialmente Gil debe 2.800 millones de pesetas", señaló el directivo hablando sobre él en tercera persona. "Pero a Vieri y a Hasselbaink los ha pagado Gil, y todos los beneficios han ido al Atlético de Madrid. Yo no me he apropiado del valor de ningún jugador".Gil negó estar en deuda con el Atlético y para argumentarlo se expresó con frases e ideas entrecortadas, apresurado por explicarse. El hombre que llegó a la presidencia del Atlético en 1987 considera que su situación actual es consecuencia de su viaje política: "Es el precio que estoy pagando de aquella aventura en Ceuta y Melilla. Todo esto se inició ahí. Lo primero fue echarme de la política, y me fui. Lo segundo de-sacreditarme y hacerme pasar por ladrón. No sé si lo próximo será ingresar en prisión".
Jesús Gil aseguró que lejos de estar en deuda con el Atlético -"no me he llevado ni un duro del club"- es en el fondo su salvador: "El Atlético estaba condenado a la desaparición cuando llegué; el club estaba en quiebra y tuve que suscribir la deuda. Los ingresos del Atlético no cubrían ni el 30% de su presupuesto, el resto lo he puesto yo. Lo mínimo es que los socios me reconozcan lo que yo he puesto".
Gil confesó pasar por un momento muy duro. "Peor es tener un cáncer, pero el futuro que me espera es realmente difícil. Es duro, no se lo deseo a nadie".
"El daño que se está haciendo al Atlético es irreparable", añadió, "es difícil que los jugadores entiendan estas situaciones. Corremos el riesgo de descender a Segunda".
Por último, Gil dijo que la última operación financiera del Atlético, el traspaso de José Mari al Milan por 3.200 millones de pesetas, ha precipitado los acontecimientos: "El tema de José Mari ha acelerado esta situación. Cuando han visto que Gil iba a cobrar 3.000 millones de pesetas no pudieron dejar de actuar. Y ése es un dinero que no cobraremos hasta enero... si es que lo cobramos".
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