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Aluvión de notables para el Senado

Anabel Díez

Mientras el Comité Federal discutía el programa electoral, la Comisión Federal de Listas, encabezada por Ciprià Ciscar, continuaba la tarea de intentar cerrar las listas conflictivas. En ese trabajo habían estado hasta altas horas de la madrugada del día anterior y todavía anoche proseguían con los flecos pendientes. Madrid se solucionó, no al gusto de todos, obviamente, pero en Zaragoza y en Pontevedra la situación se enconó.No estaban del todo insatisfechos, sin embargo, ya que desde los órganos federales se convenció a Asturias para que incluyera al veterano Álvaro Cuesta y lo mismo ocurrió con el cordobés Pedro Moya. El fracaso se plasmó en la persona de Cristina Narbona a la que no pudo convencerse para que fuera por el número 12 de Madrid o el número uno de Segovia. Por el contrario hubo satisfacción por la aceptación de Francisco Vázquez para ir al Senado.

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La oferta al ex ministro Juan Alberto Belloch, para que optara a senador por Zaragoza en vez de número uno al Congreso, dio varias vueltas a lo largo del día para embarrancar por la noche. Belloch aceptaba ir a la Cámara Alta siempre que Fernando Gimeno, previsto para el Senado, pase a ocupar los números uno o dos del Congreso. El problema estaba en que los dirigentes zaragozanos rechazaban esta propuesta, pero la comisión federal confiaba en convencerles.

La situación de Pontevedra se la van a tomar con más calma para emplear más tiempo en limar asperezas en los sectores enfrentados allí. La Ejecutiva Federal es partidaria de que la lista la encabece Abel Caballero, pero éste tiene el veto de Carlos Príncipe, portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento de Vigo. En esta situación de cal y arena, la comisión federal sacó adelante a Demetrio Madrid como candidato al Senado por Zamora. Esta avalancha de hombres notables para el Senado provocó comentarios irónicos y jocosos en la línea de que, por fin, los socialistas quieren potenciar la Cámara alta.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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