Los socialistas "retan" al resto de los partidos a presentar el mismo número de candidatas

Envalentados con sus propios datos, los socialistas andaluces, a través del secretario de Organización, Luis Pizarro, retaron ayer al resto de las formaciones políticas, especialmente, al Partido Popular, a igualar los porcentajes de mujeres que presentan en sus listas al Parlamento andaluz y al Congreso. "No basta con poner de reclamo a una mujer candidata a la presidencia de la Junta. Eso no es trabajar para conseguir la igualdad", aseguró Pizarro. Por otra parte, el portavoz de Los Verdes, Francisco Garrido, cerrará probablemente la lista autonómica socialista por Sevilla.

Pizarro aprovechó la presentación de candidaturas y el aumento significativo de mujeres en las listas para forzar las comparaciones con el Partido Popular, cuya presidenta y candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, Teófila Martínez, se presenta a sí misma como "la revolución que Andalucía necesita"."De 109 candidatos, hay más mujeres que hombres: eso es una auténtica revolución, no la de Teófila Martínez", aseguró el responsable socialista de Organización. También la secretaria regional de la Mujer, María José Calderón, metió una cuña, al pedir a las formaciones políticas rivales que "no utilicen a la mujer como cartel electoral", sino que hagan una apuesta para que la presencia femenina sea equilibrada en el conjunto de las candidaturas y "no en los puestos finales".

Pese a que las normas internas del PSOE sólo obligan a que ningún sexo tenga menos del 40% ni más del 60%, en algunas provincias se ha seguido el criterio del llamado sistema cremallera (alternancia de hombre-mujer o a la inversa), provocando en algunos casos fuertes debates sobre la obligatoriedad de cumplir con dicha premisa y enviando a dos consejeros (los de Salud, José Luis García de Arboleya, y de Educación, Manuel Pezzi) a puestos más atrasados de los que le correspondería por su pertenencia al Ejecutivo andaluz.

Ninguno de los miembros actuales del Gobierno andaluz se ha quedado fuera de las papeletas de voto. Todos van en las listas autonómicas y salvo dos mujeres (Magdalena Álvarez, responsable de Economía y Hacienda y Carmen Calvo, de Cultura) y el titular de la Presidencia y secretario provincial del PSOE de Jaén, Gaspar Zarrías, ninguno va en cabeza. De hecho, el único consejero que se verá obligado a cesar en su cargo, al ser el puesto de consejero inelegible con el de candidato al Congreso, es el andalucista José Núñez, que abandonará la Consejería de Turismo y Deportes hasta apurar el máximo legal permitido. La intención de algunas direcciones provinciales de colocar a varios consejeros en las listas al Congreso se ha visto impedida no sólo por las resistencias internas de los propios afectados, sino también por criterios regionales del PSOE, cuya campaña a las elecciones autonómicas se basará en gran parte en la acción desarrollada por el Gobierno en esta legislatura.

El comité director del PSOE, el máximo órgano entre congresos, ratificará hoy las listas al Parlamento andaluz y, probablemente, mandatará a la comisión de listas para que pueda a hacer variaciones en el caso de que se llegue a un acuerdo electoral en firme con Los Verdes, partido que cuenta con unos 700 militantes en toda la comunidad, frente a los 114.000 del PSOE de Andalucía.

En este sentido y al margen de la presencia de una dirigente de Los Verdes en la lista andaluza por Málaga, los socialistas barajan incluir en zonas calientes (los inmediatamente posteriores a los seguros de salida) a algún verde. También es casi seguro que el portavoz de ese partido, Francisco Garrido, cierre la lista al Parlamento andaluz por Sevilla, decisión, que, no obstante, el propio Garrido condiciona a la firma del acuerdo programático con el PSOE.

El secretario general de las Juventudes Socalistas, Rafael Velasco, también valoró la presencia de los jóvenes en las listas, que se puede traducir en que se pasen de los actuales nueve diputados andaluces menores de 35 años a 11, con lo que la representación del grupo parlamentario podría llegar hasta un 25%.