Lejos de la guerra de Chechenia
"No estamos interesados en política ni en ningún tipo de guerra". Cuatro rusos, con edades comprendidas entre los 22 y 34 años, y que se niegan a identificarse y ser fotografiados por miedo a represalias, han llegado a Linares (Jaén) en busca de una ONG que les ayude a tramitar la petición de asilo político y les aleje de la guerra de Chechenia. No quieren dar su nombre, ni explicar muchos detalles de una ruta que les ha llevado desde la Rusia hasta Linares pasando por Amsterdam (Holanda), pero sí afirman que han llegado a tierras andaluzas por casualidad y huyendo de un conflicto armado en el que no quieren participar.La policía de Linares tramitó la petición de asilo político de los cuatro rusos el el pasado día 9. La solicitud ha sido remitida a la Comisaría General de Extranjeros y Documentación en Madrid. Las averiguaciones que ha realizado hasta el momento la policía indican que todos tienen el pasaporte en vigor y que salieron de Rusia, por separado, entre el 11 y el 13 de noviembre.
"Íbamos a la guerra o a la cárcel". Ante esta disyuntiva, y con la excusa de un viaje turístico, recalaron en Amsterdam. A sus casas había llegado un mes antes un escrito en el que se les requería para presentarse en el ejército y ellos interpretaron que eso sólo podía significar una cosa: la guerra. Un muchacho joven con el pelo teñido de rubio, según cuentan, les habló en la capital holandesa del buen recibimiento que había tenido en Linares Acoge, una de las muchas ONG que había visitado, y les ofreció la dirección junto a un teléfono. Fue entonces cuando decidieron viajar hasta España y dirigirse a una ciudad andaluza de la que aseguran que nunca antes habían oído hablar y hasta la que tardaron cuatro días en llegar.
La sorpresa se la llevaron dos voluntarias de Linares Acoge el pasado día 3, cuando a primera hora de la tarde aparecieron en la modesta sede en la que trabajan cuatro extranjeros desconocidos.
En la mano llevaban un papel con el teléfono y la dirección de la ONG. Dos hablan inglés; los otros dos, sólo ruso y las voluntarias, sólo español. Ana Fiñana, presidenta de Linares Acoge, explicó ayer que la única salida fue buscar a la hija de una voluntaria que estudia inglés para saber, al menos, qué pasaba.
"Nos hemos encontrado con unas mujeres que se han portado como nuestras madres", afirma uno de ellos. Linares Acoge les ha buscado alojamiento -tarea complicada en plena campaña de la recogida de la aceituna- comida, apoyo jurídico y compresión.
"Estamos en Linares por casualidad. Si nos hubieran dado otra dirección estaríamos en otro sitio, en Italia o en Alemania", explicaron. Lo que quieren dejar claro, y lo repiten con rotundidad, es que no son refugiados económicos, que no huyen de la pobreza, el paro o de una vida sin futuro. A las voluntarias de Linares Acoge los rusos les han explicado que uno es ingeniero, otro cocinero, otro escultor de tallas en madera y el último, empleado de una empresa que trabajaba para el ejército. "Tenemos un buen nivel profesional. Podríamos buscar algún trabajo que nos permita vivir, pero ahora sólo tememos que nos localicen y nos lleven a Rusia".
Linares Acoge ha visto cómo cada día era más complicado buscar un lugar para albergarlos después de que Cáritas pagase una pensión durante los primeros cuatro días.
Ana Fiñana les recomendó que se fueran a Madrid. Salieron el pasado domingo y el martes ya estaban otra vez en la puerta de la organización. "Nos queremos quedar aquí porque el trato es estupendo".
Ana Fiñana y la voluntaria Ana González les han explicado que en Jaén ahora sólo podrán encontrar trabajo en la recogida de la aceituna. Y sonríen al recordar la cara de ellos cuando se lo propusieron: no sabían lo que era un olivo.
En Linares Acoge creen que el relato de los cuatro rusos es curioso, pero en ningún momento dudan de su veracidad. Creen que el joven teñido de rubio que habló de ellos en Holanda es Mohamed, un marroquí menor de edad que antes de despedirse de Linares contó que su destino era Amsterdam. "Tienen un carácter dulce, comprensivo, tolerante, son pacíficos, cariñosos y vienen huyendo de la guerra", sentenció Ana Fiñana poniendo fin a cualquier duda.
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