La confección de las candidaturas electorales dispara las tensiones en el seno del PSOE
La decisión de elaborar las candidaturas para las legislativas del 2000 aplicando criterios de renovación y democracia paritaria, para dar entrada a jóvenes y mujeres en las listas, está provocando algunos quebraderos de cabeza al Partido Socialista y ha puesto al descubierto heridas sin cicatrizar que, en algunos casos, se remontan a las primarias de abril de 1998. El caso más llamativo ha sido el de la lista de Madrid, aprobada con una abstención del 60% y en la que representantes de Izquierda Socialista, guerristas y ex colaboradores de Borrell se han sentido relegados a puestos de difícil salida.
Los casos de supuesta marginación se explican desde la Ejecutiva Federal de modo muy distinto y se justifican en la aplicación de dos criterios para la confección de las listas: democracia paritaria e inclusión de jóvenes. Respecto al primero de ellos, desde la ejecutiva se aclara que la utilización del llamado sistema cremallera, que obliga a una alternancia hombre-mujer en las candidaturas, lleva consigo que muchos varones, entre los que se cuentan algunos de los históricos del PSOE, tengan que ceder sus puestos. Es el caso, por ejemplo, del ex ministro de Obras Públicas y Transportes, Javier Sáenz de Cosculluela, que no ha sido incluido en la lista de la Federación Socialista Madrileña.La aprobación de la lista de Madrid, con la abstención del 60% de los miembros del comité regional, fue muy polémica. Unidos en el rechazo están guerristas, borrellistas, Izquierda Socialista y los Renovadores Por la Base. Uno de los aspectos más espinosos es la exclusión, en la práctica, del portavoz de la corriente Izquierda Socialista (IS), Antonio García Santesmases, colocado en el número 15 cuando en comicios anteriores figuró en el 10 y fueron once los escaños conseguidos.
El afectado se preguntaba ayer cómo es posible abrir el partido a otras fuerzas progresistas como Nueva Izquierda y colocar a un representante de esa formación política, Diego López Garrido, en el número siete, mientras se "margina" a la izquierda del propio partido. García Santesmases informó ayer de que abandonará la candidatura si tras el comité federal no se da un mejor puesto a IS. Esta corriente apoyó a Borrell como candidato a la presidencia del Gobierno y a Joaquín Almunia como secretario general en el congreso federal.
Cristina Narbona, colocada en el puesto número 16, destacó que por primera vez hayan sido más las abstenciones que los votos favorables a una lista de Madrid, lo que revela "una crisis interna muy importante". "No puede presentarse una lista a los ciudadanos que ni siquiera cuenta con el apoyo interno", dijo. Narbona, por otra parte, debería optar entre su puesto de concejal en el Ayuntamiento de Madrid y el escaño, ya que el PSOE ha decidido pedir dedicación exclusiva a sus parlamentarios. "Estaré en la oposición municipal o en el Parlamento, según el partido considere más necesario", dijo.
Pluralidad
Tampoco los guerristas, que en Madrid se aglutinan en torno a José Acosta, estaban ayer contentos. Este sector asegura tener casi el 40% de la fuerza en Madrid y, sin embargo, en puestos de salida sólo figuran el propio Acosta y Enedina Álvarez. "La lista dista mucho de mostrar la pluralidad del partido y hay que pensar que ha sido impuesta por la ejecutiva federal", señaló José María de la Riva en nombre de este sector al que también se adscribe Sáenz de Cosculluela.
A los borrellistas les ha dolido mucho la colocación en el número 17 de Manuel Escudero, coordinador del programa electoral tanto con Borrell como con Almunia, y cuyo trabajo ha sido reconocido por la propia ejecutiva. Fuera de Madrid se menciona la exclusión de Sergio Moreno, secretario general del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso, y diputado por Cádiz. Otros dos colaboradores de Borrell, José Antonio Alonso en Murcia y Carmen Calleja en Jaén son citados como excluidos.
El diputado Luis Yáñez, que fue jefe de la oficina de Borrell, señaló ayer su preocupación porque en las listas que lleguen a la comisión federal se produzca "una marginación sistemática" de los hombres y mujeres que apoyaron al que fuera candidato a La Moncloa. Yáñez fue propuesto por la ejecutiva de Sevilla para ocupar el número tres de la lista, tras Felipe González y Alfonso Guerra, pero ayer mismo solicitó ser relegado al puesto número cuatro y que le adelante una mujer, Amparo Rubiales.
En cualquier caso, la elaboración de las listas no es definitiva. Está pendiente su revisión en la comisión federal, que se reúne a partir de mañana para examinar todas las propuestas de las federaciones, y además el martes 21 de diciembre se reunirá el comité federal para refrendar definitivamente las candidaturas.
Por otra parte, la exclusión de la exministra de Sanidad Ángeles Amador de la lista al Congreso por Segovia ha provocado una crisis en el PSOE provincial, donde alcaldes de municipios importantes, como Cuéllar y La Granja, están enfrentados al sector oficial, informa Aurelio Martín. El domingo pasado, la ejecutiva provincial rechazó la candidatura como cabeza de lista de Amador, propuesta por las doce agrupaciones locales, en favor del ex senador Pedro Álvarez, avalado por sólo tres agrupaciones. Amador, rescatada con honores para ser número dos tras Almunia en Madrid, ha recibido el respaldo de la ejecutiva regional de Castilla y León.
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