A los mandos de Del Piero y Zidane
El rico equipo de la Fiat; el club más laudatorio de Italia; la squadra de todos los italianos -que no de los turineses-; el primer conjunto europeo que conquistó los tres títulos continentales -UEFA, Recopa y Copa de Europa-... El Juventus es un clásico con todos los galones que esta temporada ha vuelto a la cima del calcio tras la nefasta campaña anterior.Despúes de jugar tres finales consecutivas de la Liga de Campeones (95-96, 96-97 y 97-98, con una victoria y dos derrotas), el Juventus se desinfló la pasada temporada. Padeció las exigencias del calendario y las consecuencias devastadoras del fútbol físico y sudoroso que impuso su técnico Marcello Lippi. Se lesionaron gravemente el experimentado central Ferrara y el talentoso Del Piero. Además, su gran estrella, Zidane, se tomó un respiro tras su rutilante participación en el Mundial de Francia.
En situación desesperada la familia Agnelli despidió a Lippi, que ya había firmado un precontrato para este curso con el Inter, y apostó por Carlo Ancelotti, alumno aventajado, dentro y fuera del campo, de Arrigo Sacchi. Ancelotti no fue bien recibido en Turín. La hinchada no digería su pasado milanista. El equipo no enderezó el rumbo. Terminó séptimo en la Liga, sin plaza europea y tuvo que jugar la Intertoto. Por este callejón llegó a la UEFA.
Para la campaña actual, el equipo prescindió de dos soldados de Lippi -Di Livio y Deschamps- y se reforzó considerablemente con Van der Sar y Oliseh (Ajax), Kovacevic (Real Sociedad), Zambrotta (Bari) y Bachini (Udinese). Pero sólo Van der Sar es titular fijo. Porque, sin duda, el mejor fichaje juventino ha sido Del Piero, el jugador mejor pagado del mundo. Recuperado de una gravísima lesión, el delantero ha dado un nuevo vuelo al equipo. Ha multiplicado el talento de un equipo demasiado italiano: poca imaginación, mucha zanja que cavar y desprecio sin rubor del centro del campo. Aún sin la punta precisa de velocidad, Del Piero se ha convertido en el mejor aliado de Zidane, el otro alumno aventajado del equipo. Un jugador extraordinario para el manejo y la pausa que ha bajado un tanto sus prestaciones, afectado por el tono deprimente del selvático fútbol italiano. Un mercado tan voraz al invertir en talento como a la hora de fagocitarlo.
Aupado Zidane y con Del Piero iluminado ha resucitado el goleador del equipo, Pippo Inzaghi, que lleva 18 goles en 21 partidos oficiales, una cifra que a estas alturas de la temporada sólo había conseguido en los últimos 40 años Van Basten (Milan, 92-93). Recuperado el olfato de Inzaghi, el conjunto también ha recuperado la solidez defensiva y sólo ha encajado seis goles en la Liga italiana. No es extraño, a excecpión del tridente mencionado, el resto del equipo tiene vocación defensiva.
Palmarés: 25 Ligas; 9 Copas; 2 Copas de Europa; 1 Recopa; 2 Intercontinentales; 2 Supercopas de Europa.
Estadio: Dell'Alpi (69.000 espectadores).
Entrenador: Carlo Ancelotti.
Alineación tipo: Van der Sar; Ferrara, Montero, Iuliano; Conte, Tacchinardi, Davids, Pessotto; Zidane; Del Piero e Inzaghi.
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