Los nuevos ricos del fútbol español toman el poder

La rancia aristocracia del fútbol español tiembla.¿Qué pasa?, preguntan los del Athletic, Real Madrid y Barcelona, los tres únicos fundadores que han jugado en Primera todas las Ligas, vencedores entre los tres de 51 de los 68 campeonatos disputados desde 1928.

¿Qué ocurre?, repiten como en un eco el Atlético, el Valencia, la Real Sociedad, el Sevilla y el Betis, los otros equipos históricos, ennoblecidos con un título liguero al menos, aunque hayan tenido que sucumbir a las necesidades de los nuevos tiempos. Temen lo que pasa y miran con recelo a su alrededor. Comprueban la clasificación en los peródicos y no se lo creen. Está visto: los nuevos ricos, esos clubes que han añadido el apellido Sociedad Anónima a su denominación deportiva y han capitalizado hasta romper las barreras de clase los miles de millones ingresados de las televisiones, ya no respetan nada. Ya ni tienen que vender al final de temporada sus mejores jugadores para sobrevivir. No venden, compran.

Cumplidas 15 jornadas de la temporada, cerca ya de la mitad, los cinco primeros puestos de la clasificación los ocupan el Deportivo, el Celta, el Zaragoza, el Rayo y el Alavés. Ni un solo título de Liga en sus vitrinas; apenas cinco de Copa entre todos. Poco más.

El momento es histórico. Marca un cambio social sin precedentes. Hasta ahora, a estas alturas de temporada, o el Madrid o el Barça, y más frecuentemente los dos, siempre habían estado entre los cinco primeros, con una única excepción, en la temporada 1942-43, en la que el Barça marchaba séptimo y el Real Madrid, undécimo (cuarto por la cola en una Liga que jugaban sólo 14 equipos: la peor temporada de su historia). Pero ni por ésas. Entonces, hace 57 Ligas, los tres primeros puestos los ocupaban tres de los históricos, el Athletic (que terminaría proclamándose campeón), el Valencia y el Sevilla.

Revuelta histórica, sí, pero no sorprendente. Estos movimientos ya se adivinaban desde hace unos años. Ya en el 94 el Deportivo, el equipo que mejor ejemplifica la categoría de nuevo rico, tiró una Liga por la borda en la última jornada. El Celta ya terminó quinto la temporada pasada. El Zaragoza, casi un histórico, ganó una Recopa europea en 1995. Evidentemente, nadie podía sospechar que el Rayo o el Alavés, modestos entre los modestos, anduvieran tan alto, pero se puede comprender: son los equipos revelación que todos los años deben aparecer. Como lo fue el Mallorca, ahora asentado en Europa, hace un par de años. Y, más evidentemente, lo que da valor sobre todas las cosas a su actuación es su coincidencia con la crisis liguera del Barça y el Real Madrid.