Los vecinos de Vallecas piden expulsar a los narcotraficantes de los pisos sociales
Las asociaciones de vecinos de Puente y Villa de Vallecas reclaman al Gobierno regional que expulse a los narcotraficantes que viven en pisos sociales. Se refieren a familias con cuantiosos ingresos por la venta de droga, no a toxicómanos que trapichean para costear su adicción. Es una de sus peticiones para el plan de actuaciones en la zona que negocian con el Gobierno regional. Otra de sus solicitudes es la construcción del hospital de Valdebernardo, previsto desde 1991, en una parcela de propiedad pública.
La normativa regional de adjudicación de viviendas sociales fija tres requisitos básicos para acceder a ellas: carecer de un piso en propiedad en Madrid, ganar menos de 2,5 veces el salario mínimo y no poseer bienes por un valor superior a los 4,6 millones de pesetas. Pero aun así, las asociaciones de vecinos vallecanas denuncian que hay vendedores habituales de droga que consiguen saltarse a la torera esta normativa y acceder a los pisos sociales mediante subterfugios como poner sus bienes (casas, coches lujosos...) a nombre de terceros.José Molina, presidente de la asociación de vecinos de Palomeras Sureste, explica que sería necesaria una investigación judicial de las cuentas bancarias de los beneficiarios de pisos sociales con un elevado tren de vida por la venta de droga. "En nuestros barrios no es raro ver cómo algunos adjudicatarios de viviendas sociales, sin trabajo ni herencias, hacen ingresos millonarios en las cajas de ahorros sin que se mueva una sola hoja", explica.
Las asociaciones sacan ahora a colación este problema por el inminente desmantelamiento de dos poblados marginales de su entorno, La Celsa y La Rosilla, donde algunas familias ganan muchos millones con la venta de droga. Quieren evitar que estas familias con ingresos suficientes para comprar o alquilar un piso sean realojadas en pisos sociales de Vallecas o de otros barrios. También quieren hacer frente a algunos casos de familias ya realojadas que están generando conflicto en el vecindario por el continuo trapicheo de droga.
"Pedimos, además, que haya un mayor seguimiento social de los chabolistas de poblados conflictivos realojados en pisos porque sabemos que, incluso en las familias que trapichean, hay niños o mujeres que, aun con dinero, son víctimas de la desescolarización o el maltrato", concluye.
Los vecinos reclaman también el desmantelamiento del poblado chabolista de Las Barranquillas, en Vallecas Villa, levantado en el último año y medio por traficantes desalojados de otros asentamientos y convertido en un hipermercado de la droga. Piden, asimismo, el realojamiento en pisos de los chabolistas del Pozo del Huevo.
Las asociaciones de estas dos barriadas, con 285.000 habitantes (el 10% de la ciudad), reclaman también otras mejoras.
- Educación. El fracaso escolar es un problema que afecta de forma especial a los vallecanos: en Puente de Vallecas es del 23%, y en Villa de Vallecas, del 21%, frente al 11% del resto del municipio. Por eso las entidades vecinales reclaman, entre otras medidas, la estabilidad de las plantillas de profesores para poder consolidar proyectos educativos adecuados en los centros con más problemas. También solicitan más profesorado de apoyo y que se cumpla la normativa actual, que establece que en cada centro no debe de haber más de un 20% de alumnos con necesidades educativas especiales (niños gitanos, chabolistas, inmigrantes...). En los colegios públicos vallecanos hay más de un 25% de escolares de dichas minorías y en algunos centros concretos se llega al 50%. Se solicita, asimismo, un incremento de escuelas infantiles y de los centros de formación profesional.
- Sanidad. Los vecinos se quejan de la lejanía de su hospital de referencia, el Gregorio Marañón, y reclaman la apertura del prometido en Valdebernardo. Pero el Plan General, inicialmente, trazó una carretera por el solar reservado desde 1991 para el centro.
- Formación y empleo. La tasa de paro en Puente de Vallecas (26,9%) es ocho puntos superior a la del resto de la ciudad (18%) y cuatro la de Vallecas Villa (22,4%). Por eso, las entidades de la zona solicitan la creación de una agencia de desarrollo local y un plan de empleo con escuelas taller, casas de oficios y centros de formación ocupacional.
- Drogadicción. Reclaman la legalización de las drogas con carácter terapéutico, por ejemplo, la dispensación controlada de heroína a toxicómanos con intentos fracasados de desintoxicación.
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