Arias-Salgado culpa a las compañías del caos de Barajas provocado por la niebla

El organismo AENA, dependiente de Fomento, insistió ayer, en una nota oficial remitida a este periódico a las 8.11, que "la casi totalidad de las cancelaciones de llegadas al aeropuerto de Barajas durante la jornada de ayer [por anteayer] lo fueron por la insuficiente calificación, en unos casos, de las aeronaves; en otros, de las tripulaciones, o de ambas. Tanto es así que no se llegó a utilizar la capacidad de operaciones disponibles".Esta versión fue suavizada por la tarde. El director general de AENA, Francisco Cal Pardo, declaró a Europa Press que la verdadera responsable de las cancelaciones "fue exclusivamente la niebla".

Las acusaciones del ministro contra las compañías también contrastaron con la versión de José Manuel Hesse, director del aeropuerto, quien explicó por escrito el miércoles a EL PAÍS que el cierre temporal de las pistas ("ha habido momentos de entradas cero", escribió Hesse) se debía a "razones de seguridad". En ningún momento aludió a que la baja operatividad estaba causada por la falta de cualificación de las compañías, de los pilotos, "o de ambos", como dijo el ministro.

Este periódico, ante las versiones tan dispares de las compañías, AENA y el director del aeropuerto, reclamó al gabinete de comunicación de Barajas el listado de los aviones que carecían del sistema ILS, tal y como había anunciado Arias-Salgado. Detalló AENA que el 60% de las aeronaves que aterrizaron el miércoles y el 65% de las que despegaron "no estaban capacitadas para operar en las condiciones de baja visibilidad".

Pero ayer, a pesar de que el ILS funcionaba a pleno rendimiento y de que la niebla sólo afectó al aeropuerto entre la 1.30 y las 9.30 y entre las 11.15 y las 13.29, se registraron otras 96 cancelaciones y el retraso medio fue de casi dos horas.

Situaciones como ésta hicieron que unas 1.000 personas firmaran denuncias contra las compañías y las presentaran, a lo largo del puente de la Constitución, en la comisaría de Barajas y en el cuartel de la Guardia Civil del aeropuerto, según portavoces de ambos cuerpos, informa Luis Fernando Durán.

La acumulación de vuelos que ayer no podían salir de Barajas a causa de la niebla provocó que el aparcamiento de aviones de Barajas -con una capacidad para 135 aeronaves- se colapsara y que los aparatos tuvieran que ser "remitidos a la nueva área terminal", una zona distante de las terminales actuales de embarque de pasajeros más de cinco kilómetros. Iberia destacó ayer que cuatro de sus vuelos terminaron "en zonas no habilitadas específicamente para el estacionamiento". Por esta razón, las jardineras (nombre que reciben los autocares que llevan a los pasajeros hasta los aviones) no pudieron acceder hasta las aeronaves, según la compañía. Iberia se vio obligada entonces a reclamar al aeropuerto coches guía para que condujesen, en mitad de la niebla, a los autocares. Niega AENA que las áreas donde se estacionaron estos aviones no estuvieran debidamente habilitadas.

"Incomprensible"

Por su parte, el director general de AENA, Francisco Cal, ordenó ayer la apertura de una investigación para determinar las causas del fallo el pasado miércoles del sistema ILS. Arias-Salgado consideró "un tanto sorprendente" y "curioso" que este tipo de fallos se produzca en momentos de crisis. A este respecto, el subdirector de vuelos de Iberia, Jesús Chinarro, remachó que este tipo de averías era "incomprensible". "Y más cuando el ILS es redundante [doble], ya que no existe un único ILS por pista, sino dos".

El presidente de la Asociación Española de Líneas Aéreas, Felipe Navío, achacó los problemas del aeropuerto a la falta de planificación por parte de AENA. Según Navío, no es lógico que cada vez que haya "un poco de niebla" se produzcan los problemas registrados el miércoles. "Si además los sistemas de ayudas a la navegación fallan, en principio por las labores de mantenimiento, hay que pensar que Barajas está muy mal planteado, y la responsabilidad es de AENA".

Jorge Cano, portavoz del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), aseguró que todos los profesionales de las principales aerolíneas están cualificados para volar en condiciones de baja visibilidad. Destacó que la mayoría de los pilotos tiene licencia para operar con una visibilidad de 100 metros. Según el SEPLA, el ministro y AENA "tiran balones fuera" y no asumen sus responsabilidades. "Sólo los B-727, los DC-9 y los jumbos carecen de estos equipos, y su número es escaso, por lo que no pueden haber sido la causa del caos. En las últimas ocasiones se achacó el caos de Barajas a la huelga de celo de los pilotos, a pesar de que lo negamos. Ahora cabe preguntarse si también somos nosotros los culpables", aseguró a Servimedia. "Si a la niebla y las demoras de un aeropuerto ya de por sí congestionado se le añaden fallos en sus propios sistemas, el caos se desencadena", concluyó.

Reprobación universal

El portavoz de infraestructuras del Grupo Socialista en el Congreso, Jesús Caldera, advirtió ayer de que todo el sistema aeroportuario español "se está viniendo abajo" debido a la privatización de los servicios que afectan al tráfico aéreo. Caldera cree que Arias-Salgado, "si fuera un ministro de centro, dado el sufrimiento que nos está haciendo pasar a los españoles, renunciaría por sí mismo". Pero Caldera ya anuncia que esto no ocurrirá, por lo que su grupo ha presentado una enmienda que reclama la "reprobación universal" de Arias-Salgado.

Caldera lanzó también ayer un envite al Grupo Parlamentario Catalán, que en la última reprobación presentada por los socialistas decidió apoyar al ministro. Jordi Pujol dijo en abril que "era la última vez que salvaba a un ministro incompetente", según recordó Caldera.

Por su parte, el portavoz de IU, Julián Fernández, cree que el ministro supone "un cáncer para la sociedad", y achacó los problemas de Barajas a "un fracaso en su gestión política".

Por otro lado, la Confederación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios de España (CAVE) reclamó ayer "medidas urgentes, incluyendo la dimisión de los responsables técnicos y políticos" de AENA. Los consumidores destacan que la devolución del precio de los billetes a los afectados es una medida totalmente insuficiente. Creen que los pasajeros deben ser también indemnizados por el tiempo perdido y "las molestias y trastornos que han debido padecer".

Las agencias de viajes acusaron a AENA y a las compañías aéreas de no informar adecuadamente a los pasajeros.